El reciente anuncio de Donald Trump sobre la imposición de un arancel del 25% a las importaciones de acero y aluminio genera incertidumbre en la industria metalúrgica argentina. La medida, que será formalizada el lunes, afectará la competitividad de las empresas nacionales, impactando la demanda y la estabilidad del empleo.
Según especialistas, compañías como Aluar y el Grupo Techint podrían verse obligadas a reducir su producción debido al encarecimiento de sus exportaciones. “Una caída en la demanda afectará directamente a la cadena de valor y a los trabajadores del sector”, explicó Leonardo Anzalone, director del Centro de Estudios Políticos y Económicos (Cepec).
El impacto de los aranceles será agravado por la volatilidad del tipo de cambio, lo que dificultará aún más la competitividad de las empresas argentinas en el mercado internacional. Frente a este escenario, la industria metalúrgica se enfrenta al desafío de adaptarse sin comprometer su capacidad productiva ni la estabilidad laboral.
Sin una estrategia clara para diversificar mercados y reducir costos, el sector corre el riesgo de sufrir pérdidas significativas, lo que podría afectar el crecimiento de la industria nacional a largo plazo.

