Preocupación por los índices de inasistencia y desafíos para garantizar la educación secundaria obligatoria.
Uno de cada diez adolescentes del Gran Tucumán y Tafí Viejo, entre 15 y 17 años, no asiste a ningún establecimiento educativo. Este preocupante dato, que se desprende del informe “Condiciones de vida del Gran Tucumán y Tafí Viejo” correspondiente al primer semestre de 2024, pone en evidencia las dificultades para garantizar la obligatoriedad escolar en este tramo etario, como lo establece la Ley de Educación Nacional.
Si bien el 90,4% de los adolescentes tucumanos de esta franja etaria asiste a la escuela, la cifra está por debajo del promedio nacional, que alcanza el 93,3%. A nivel regional, Tucumán también registra números menores que otras provincias del NOA, donde la asistencia escolar es del 92,9%.
La comparación interanual revela un leve avance: en 2023, el porcentaje de inasistencia en este grupo era del 12%. Sin embargo, las cifras siguen siendo alarmantes en un contexto donde la obligatoriedad escolar se extiende desde los cuatro años hasta la finalización de la secundaria.
El impacto del entorno familiar
El informe estadístico asocia los índices de inasistencia con el “clima educativo del hogar”, un indicador que mide el promedio de años de escolaridad de los adultos que conviven con los adolescentes. En los hogares donde los padres tienen menor nivel educativo, la inasistencia de los hijos es más frecuente.
Además, la situación se agrava en la franja de los 18 a 24 años, donde más de la mitad de los jóvenes no asiste a ningún establecimiento educativo. De los 108.281 habitantes de esta edad en el Gran Tucumán y Tafí Viejo, el 46% continúa estudiando, principalmente en el nivel universitario. En cambio, 57.813 jóvenes han abandonado la educación formal, y de ellos, el 32% no logró completar el secundario.
Programas para la reinserción educativa
El Ministerio de Educación de la provincia busca revertir este escenario mediante programas específicos para la reinserción escolar. Según explicó la ministra Susana Montaldo, las iniciativas están dirigidas tanto a jóvenes en edad escolar como a adultos mayores de 18 años.
“A través de la Dirección de Jóvenes y Adultos, promovemos un cursado flexible que permite a las personas compatibilizar sus estudios con obligaciones laborales o familiares. Además, incorporamos formación para el trabajo como valor agregado”, destacó Susana Montaldo.
Adultos y educación: un desafío pendiente
El informe también refleja los desafíos educativos entre los adultos jóvenes y mayores. En el grupo de 18 a 24 años, 6.525 personas continúan cursando el nivel secundario, mientras que otros 18.487 no lograron completarlo. En el rango de 25 a 29 años, el 16,3% no terminó el secundario, un porcentaje que disminuye progresivamente en las franjas mayores, aunque sigue siendo relevante.
A pesar de los avances logrados en la universalización de la educación primaria, los datos evidencian que garantizar el acceso y la permanencia en la educación secundaria sigue siendo un reto crucial en Tucumán. Las estrategias para mejorar el “clima educativo del hogar”, flexibilizar el cursado y fomentar la formación para el empleo podrían ser claves para revertir la tendencia.