A pocos días del inicio del Sudamericano Sub-20 en Venezuela, una de las grandes apuestas de la Selección Argentina es Alex Woiski, un delantero que combina talento, sacrificio y una historia llena de amor por la Albiceleste. A sus 18 años, el jugador del Mallorca buscará dejar su huella en el torneo y demostrar por qué es considerado una de las promesas más interesantes del fútbol argentino.
Nacido en Palma de Mallorca, España, pero con el corazón dividido por sus raíces argentinas, Woiski creció entre dos culturas. Su madre marplatense le transmitió desde pequeño la pasión por la celeste y blanca, un sueño que lo llevó a rechazar propuestas de selecciones como Italia y Estados Unidos. “Siempre supe que quería jugar para Argentina”, confesó en más de una oportunidad.
El camino hacia la Albiceleste
Alex comenzó a jugar al fútbol a los 7 años, cuando fue descubierto por el Mallorca, club en el que no tardó en destacarse. Con más de 500 goles en las categorías juveniles, su nombre comenzó a sonar en los principales equipos europeos. En 2024, fue figura clave en la Copa del Rey Juvenil, marcando goles decisivos en las etapas finales del torneo.Aunque mide 1,70 metros, su baja estatura no ha sido un impedimento. Su velocidad, inteligencia en el área y capacidad para asociarse con sus compañeros lo convierten en un delantero completo. Si bien empezó como extremo, en las últimas temporadas se consolidó como centrodelantero, una posición en la que ha perfeccionado su instinto goleador.
Referentes y objetivos
Inspirado por Lionel Messi y Julián Álvarez, Woiski admira la capacidad de ambos para adaptarse a diferentes roles dentro del equipo. Las comparaciones con Álvarez no se hicieron esperar: ambos destacan por su movilidad, presión y eficacia frente al arco rival.
El vínculo de Woiski con la Selección Argentina no es nuevo. Participó en el Torneo de L’Alcúdia y amistosos con la Sub-20 y Sub-23, actuaciones que lo consolidaron como una pieza clave para el equipo de Diego Placente. Ahora, enfrentará el reto de debutar en el Sudamericano Sub-20, un torneo que, además de cuatro boletos al Mundial de Chile, es una plataforma para futuras figuras de la Mayor.
El sueño de Venezuela
Argentina debutará el 23 de enero contra Brasil, un duelo cargado de historia y expectativas. Aunque Woiski no parte como titular indiscutido, su actitud y capacidad de adaptación lo convierten en una opción confiable para el entrenador.
“Este torneo no es solo una oportunidad para mí, es un paso más hacia el sueño que tengo desde niño: hacer historia con esta camiseta”, expresó Alex con determinación.
Con un talento que ya capta la atención de equipos como Juventus, Flamengo y Mónaco, Woiski representa no solo el presente, sino también el futuro del fútbol argentino. En Venezuela, buscará dar un paso más hacia la consolidación de esa promesa que le hizo a Lionel Scaloni años atrás: ser un referente de la Albiceleste.