La tucumana se consagró en el Mundial de Taekwondo en España, demostrando que la pasión y la perseverancia no tienen edad.
Desde Barcelona, y con una sonrisa que refleja años de esfuerzo, Analia Quiroga habló con La Deportiva DE LV7 luego de consagrarse campeona mundial en luchas y obtener el tercer puesto en formas en el Mundial de Taekwondo celebrado en la ciudad catalana.
“Comencé a los 17 años y nunca más dejé de entrenar”, cuenta con emoción. Hoy, con 46 años, integra la categoría senior y representa al país en lo más alto. “Nunca es tarde para cumplir los sueños”, asegura.
Una vida dedicada al taekwondo
Junto a su esposo, Analia dirige la escuela “La Senda del Guerrero”, ubicada en San Lorenzo 642, Banda del Río Salí. Allí entrenan niños desde los 5 años hasta adultos mayores. “Tenemos alumnos, padres e incluso personas mayores entrenando juntos. No hay límites para quien tiene ganas”, explica.
El largo camino al Mundial
La clasificación a Barcelona fue fruto de un proceso extenso. “Participamos en tres torneos selectivos por puntos. Solo los tres mejores acceden al Mundial”, detalló. Pero el camino no fue fácil. A los gastos de inscripción y preparación, se sumaron los viajes a Mar del Plata, Rosario y Buenos Aires, además del propio traslado a Europa.
“No recibimos mucha ayuda. Solo el municipio de Banda del Río Salí nos dio una mano. El resto lo hicimos con rifas, eventos y ayuda de amigos, familiares y algunos pequeños sponsors”, comentó. Además, su esposo también participó en el Mundial, y su hijo, cinturón negro, compitió en los selectivos.
Emoción, nervios y orgullo
“Era mi primer Mundial. Ver delegaciones de Corea, Rusia, Irlanda, casi 40 países… fue una emoción muy grande. Los nervios siempre están, pero hay que concentrarse y dar lo mejor”, recuerda.
Ya más relajada tras la competencia, Analia aprovechó para conocer Roma junto a otros representantes argentinos. “Nos quedamos con ganas de volver. Fue una experiencia increíble, tanto en lo deportivo como en lo personal”.
El regreso y lo que viene
Este domingo, Analia y la delegación regresan al país. “Estoy feliz por lo logrado, por mi familia, por mis alumnos, por todos los que nos apoyaron. Esto es para ellos también”, concluyó.
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