El gobierno de Javier Milei realizará este jueves un pago clave de U$S4.400 millones a bonistas, cumpliendo con los vencimientos de 17 títulos de deuda emitidos en moneda extranjera durante la reestructuración de 2020, bajo la administración de Alberto Fernández. Este desembolso incluye pagos de capital e intereses correspondientes tanto a bonos globales, regidos por ley extranjera, como a bonos locales, bajo legislación argentina.
De este monto, los bonos GD30 y AL30 concentran aproximadamente U$S2.400 millones, con U$S1.200 millones destinados a cada uno, destacándose como los títulos más significativos en este vencimiento. Según datos del sector, el Bonar 2030 también ocupa un lugar importante, con pagos que suman U$S1.135 millones, de los cuales U$S800 millones están en manos de inversores locales.
Un informe de Romano Group detalla que U$S2.214 millones de este pago corresponden a tenedores extranjeros, mientras que U$S1.620 millones se destinan a inversores privados argentinos. Además, se incluye una fracción de U$S463 millones para el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES y U$S63 millones para el Banco Central.
Impacto en las reservas y reinversión
El impacto en las reservas del Banco Central ya comenzó a reflejarse. Este miércoles, una caída de U$S1.700 millones estuvo asociada al pago adelantado de U$S1.000 millones al Bank of New York, fiduciario de los bonistas. A pesar de esta presión, analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI) prevén que una parte significativa de los dólares recibidos podría ser reinvertida en bonos soberanos argentinos, lo que aliviaría el impacto financiero.
Según PPI, entre U$S1.100 y U$S1.200 millones de los pagos estarán en manos de entidades públicas, ofreciendo un piso sólido para reinversiones. Por otro lado, se estima que el 52,5% de los pagos a tenedores privados será destinado a residentes argentinos, aumentando la probabilidad de reinversión en el mercado local.
Con este pago, el gobierno de Milei busca enviar un mensaje claro de cumplimiento y compromiso con los mercados internacionales, en un contexto de alta sensibilidad económica. A medida que los bonos soberanos argentinos mantienen tasas competitivas en comparación con otros mercados emergentes, las expectativas de los inversores continúan enfocadas en el comportamiento futuro de la deuda y las políticas económicas.
Este desembolso no solo refuerza la confianza en el corto plazo, sino que también marca un desafío para la administración en términos de mantener la sostenibilidad de las reservas y fomentar la estabilidad en un mercado global volátil.
