La misión de Wilmore y Williams en la EEI, que debía durar solo una semana, se ha extendido por meses debido a fallos técnicos en la cápsula Starliner, dejando a los astronautas en condiciones poco ideales.
La NASA enfrenta un dilema sobre el destino de los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams, quienes podrían verse obligados a extender su estadía en la Estación Espacial Internacional (EEI) debido a problemas técnicos con la cápsula Starliner de Boeing. Originalmente, el plan era que los pilotos de prueba regresaran a la Tierra tras una semana, pero ahora, fallos en los propulsores y fugas de helio han puesto en entredicho la seguridad de la nave para efectuar el viaje de retorno.
Ante esta situación, la NASA está considerando la posibilidad de que Wilmore y Williams regresen en el próximo vuelo de SpaceX, lo que prolongaría su estancia en la estación hasta febrero del próximo año. Mientras tanto, el Starliner podría ser enviado de regreso sin tripulación, evitando cualquier riesgo adicional para los astronautas.
Situación incómoda a bordo de la EEI
En cuanto a al día a día de los astronautas, la situación a bordo de la EEI es, por decir lo menos, incómoda. Con nueve astronautas en un espacio diseñado para seis o siete, Wilmore y Williams han tenido que adaptarse a dormir en condiciones menos que ideales: como reportó Time, Williams comparte una pequeña cámara de sueño con otro astronauta, mientras que Wilmore duerme en un saco de dormir en el módulo Kibo de la Agencia Espacial Japonesa.
Además, su estancia prolongada ha obligado a los astronautas a estirar sus raciones de ropa, un problema que se solucionó solo recientemente cuando un vehículo de reabastecimiento les entregó ropa limpia. En cuanto a sus tareas, con el trabajo principal en el Starliner ya completado, han estado ayudando en experimentos científicos y reparaciones de rutina, como arreglar una bomba de procesamiento de orina.
A pesar de estos desafíos, los astronautas han mantenido una actitud positiva. «Nos lo estamos pasando muy bien aquí en la EEI», dijo Williams en julio, aunque la incertidumbre sobre su regreso a la Tierra es evidente.
La NASA evalúa los datos y considera sus opciones
Funcionarios de la NASA dijeron que están analizando más datos antes de tomar una decisión a finales de la próxima semana o principios de la siguiente. Estos propulsores son cruciales para mantener la cápsula en la posición correcta cuando llegue el momento de descender de la órbita.
«Tenemos tiempo disponible antes de traer el Starliner a casa y queremos utilizar ese tiempo sabiamente», dijo Ken Bowersox, jefe de misión de operaciones espaciales de la NASA. El jefe de seguridad de la NASA, Russ DeLoach, añadió: «No tenemos suficientes conocimientos y datos para hacer una especie de cálculo simple, en blanco y negro.»
DeLoach afirmó que la agencia espacial quiere dar cabida a todas las opiniones, a diferencia de lo ocurrido en las dos tragedias de los transbordadores de la NASA, Challenger y Columbia, cuando se ignoraron las opiniones discrepantes.
«Eso puede significar, a veces, que no nos movemos muy deprisa porque lo estamos sacando todo, y creo que se puede ver un poco eso en juego aquí», dijo.
El cambio a SpaceX requeriría desplazar a dos de los cuatro astronautas asignados al próximo vuelo del transbordador, previsto actualmente para finales de septiembre. Wilmore y Williams ocuparían los asientos vacíos en la cápsula Dragon de SpaceX una vez finalizada esa misión de medio año.
Otra complicación
La estación espacial solo tiene dos plazas de aparcamiento para cápsulas estadounidenses, por lo que la cápsula de Boeing tendría que partir antes de la llegada de la Dragon de SpaceX para liberar una plaza.
Boeing mantiene que Starliner podría llevar a los astronautas a casa de forma segura. A principios de este mes, la empresa publicó una lista de las pruebas realizadas con los propulsores en el espacio y en tierra desde el despegue.
A la NASA le gustaría mantener allí a la tripulación actual de SpaceX hasta que lleguen los sustitutos, salvo que se produzca una emergencia. Esos cuatro tripulantes deberían haber regresado a la Tierra este mes, pero se les ha añadido un séptimo mes a su misión debido a la incertidumbre sobre el Starliner, lo que les mantiene allí hasta finales de septiembre. La mayoría de las estancias en estaciones espaciales duran seis meses, aunque algunas han durado un año entero.
«Ese es su trabajo como astronautas»
Wilmore y Williams son capitanes retirados de la Marina que pasaron meses a bordo de la estación espacial hace años. Se incorporaron al trabajo en la estación nada más llegar, ayudando con experimentos y reparaciones.
«Harán lo que les pidamos. Ese es su trabajo como astronautas», dijo el astronauta jefe de la NASA Joe Acaba. «Esta misión es un vuelo de prueba y, como Butch y Suni expresaron antes de su lanzamiento, sabían que esta misión podría no ser perfecta», añadió.
Deseosa de contar con servicios competidores y opciones de reserva, la NASA contrató a SpaceX y Boeing para transportar astronautas hacia y desde la estación espacial tras la retirada de los transbordadores en 2011.
El primer vuelo de astronautas de SpaceX fue en 2020. Boeing sufrió tantos problemas en su vuelo de prueba inicial sin tripulación en 2019 que se ordenó repetirlo. Luego surgieron más problemas, cuya solución costó a la empresa más de 1.000 millones de dólares antes de hacer volar finalmente a los astronautas.
DW, FEW (AP, TIME)