El mercado de pases de Boca Juniors en enero de 2025 marcó un antes y un después en la gestión de Juan Román Riquelme. Con una inversión de 25 millones de dólares, la más alta desde que asumió el Consejo de Fútbol, el Xeneize reforzó su plantel con siete incorporaciones de jerarquía, cumpliendo con las exigencias del técnico Fernando Gago. Aunque oficialmente Boca se retiró del mercado, aún mantiene la esperanza de sumar a Leandro Paredes, un viejo anhelo de la dirigencia.
Entre las incorporaciones más destacadas se encuentra Alan Velasco, quien llegó desde el FC Dallas por 10 millones de dólares, convirtiéndose en la segunda compra más cara de la historia del club, solo superada por el regreso de Riquelme en 2008. Además, se sumaron Carlos Palacios (4,8 millones), Ayrton Costa (3,5 millones), Williams Alarcón (3,6 millones, incluyendo la condonación de una deuda), Rodrigo Battaglia (1,6 millones) y Agustín Marchesín (1,5 millones). Ander Herrera fue el único en llegar en condición de libre, tras desvincularse del Athletic Bilbao.
Pese a este importante desembolso, Boca logró equilibrar gran parte de sus finanzas con la venta de Cristian Medina, transferido al grupo Foster Gillett y cedido a Estudiantes de La Plata por 15 millones de dólares. Esto dejó al club con un balance manejable, permitiéndole mantener su foco en lo deportivo.
El plantel, cuerpo técnico y dirigencia confían en que esta inversión potenciará al equipo, que tendrá un exigente calendario este año con la Copa Argentina, el torneo Apertura, la Copa Libertadores, y el Mundial de Clubes. «Este Boca está para todo», declaró Exequiel Zeballos, mostrando el optimismo interno del grupo.

Aunque la posibilidad de que Paredes regrese sigue en el aire, Gago y el Consejo de Fútbol consideran que el equipo ya cuenta con la calidad suficiente para competir en todos los frentes. Sin embargo, las puertas no están cerradas del todo. “Siempre hay que esperar hasta el cierre del libro de pases. Los sueños están para trabajarlos”, afirmó Raúl Cascini, dejando abierta la posibilidad de sumar más jerarquía si las condiciones lo permiten.
Boca comienza 2025 con expectativas altas y todas las herramientas para transformar esta fuerte inversión en logros deportivos que reafirmen el proyecto liderado por Riquelme y su equipo.