El equipo se entrena en doble turno, aunque sin la presencia de su entrenador Miguel Ángel Russo, quien continúa convaleciente tras una infección urinaria que lo mantuvo internado durante tres días en el Instituto Fleni. Si bien recibió el alta médica, permanece en su domicilio bajo reposo y su participación en el encuentro del domingo en el Gigante de Arroyito aún no está confirmada.
En su ausencia, Claudio Úbeda y Juvenal Rodríguez se encargan de conducir las prácticas. La dirigencia del club ha optado por no apurar los tiempos de recuperación del técnico, dejando la decisión final en manos del cuerpo médico. La situación se maneja con cautela y sin presiones, bajo la premisa de que el regreso de Russo será “día a día”.

Por otro lado, Leandro Paredes se reincorporó al plantel tras su participación con la selección argentina en las Eliminatorias Sudamericanas. A pesar de haber sufrido un pisotón en el partido ante Ecuador, el mediocampista se presentó temprano en el predio de Ezeiza y realizó trabajos regenerativos, lo que indica que estará disponible para el duelo del fin de semana.

En cuanto al equipo, Boca buscará extender su racha de tres victorias consecutivas. El once inicial se mantendría casi sin cambios, con Leandro Brey reemplazando al lesionado Agustín Marchesín en el arco. También se espera la inclusión de Alan Velasco, Tomás Belmonte y Ander Herrera, aunque Marco Pellegrino será baja por lesión.
El partido ante Rosario Central no solo es importante por la posición en la Zona A, sino también por la Tabla Anual, que define los accesos a la Copa Libertadores 2026. Boca se ubica tercero en su zona y segundo en la tabla acumulada, lo que le da un margen competitivo pero exige mantener el nivel en esta etapa decisiva del torneo.

