Cada 19 de abril los católicos conmemoran el Día de San Expedito, también conocido como el patrono de las causas urgentes.
Fue un soldado de la Legión romana que vivió a finales del siglo III. Por su conversión al cristianismo fue perseguido y luego martirizado el 19 de abril del año 303, en Melitene (actual territorio de Turquía).
Por la historia de su conversión, San Expedito es venerado como patrono de las causas urgentes. Su mismo nombre lo indica: porque Expedito viene del latín que al español se traduce como «quien trabaja de inmediato» o «urgente», «el que no impone obstáculos. La representación de su imagen da lugar a este relato legendario: porque mientras Expedito había resuelto que seguiría a Cristo en su Fe, un cuervo como figura del mal lo tentaba en postergarlo todo… Así entonces, mientras el Santo mártir levanta una Cruz donde se lee «Hodie», del latín que quiere decir «Hoy», el cuervo le tienta con «Cras», palabra latina que traducida es «Mañana». Convertirnos al Señor es siempre un acto urgente y primero; y esto nos lo enseña San Expedito.
A partir del siglo XVII su culto se extendió por Europa. A Latinoamérica su devoción llegó con los primeros inmigrantes a principios del siglo XX. En Tucumán se lo venera en la Iglesia parroquial del Inmaculado Corazón de María.