El juicio por el crimen de Gabriela Picciuto, cuyo cuerpo fue hallado en mayo de 2023 dentro de una cisterna en su vivienda de calle Chacabuco 59, llega a su fin. La Fiscalía y la defensa presentaron sus alegatos finales y hoy se espera la sentencia. El acusado, Leonardo Salomón, podría ser condenado a 18 años de prisión o quedar absuelto, según lo que determine el tribunal.

El fiscal Carlos Sale, titular de la Fiscalía de Homicidios II, sostuvo que si bien no existe una prueba directa que vincule a Salomón con la muerte de Picciuto, las evidencias indiciarias recabadas durante el juicio lo señalan como autor del crimen. “Fue un caso de enorme gravedad, casi un crimen perfecto”, expresó.

Sale reconstruyó la cronología de los hechos apoyado en más de 30 testimonios, y sostuvo que Salomón fue la última persona en ver con vida a la víctima entre el 9 y el 11 de marzo, fecha en la que abandonó la provincia. También mencionó que el imputado tenía experiencia en trabajos de albañilería y limpieza de tanques, lo que —según la Fiscalía— explicaría cómo pudo ocultar el cuerpo sin ser descubierto.

Por su parte, el abogado defensor Hernán Molina pidió la absolución de Salomón, argumentando que no se logró determinar con precisión ni la fecha ni el lugar del asesinato, ni el arma utilizada. También cuestionó que se hayan descartado otras hipótesis, ya que varias personas del entorno de la víctima mantenían conflictos con ella y, según declaró, tenían más motivos que el imputado.

El tribunal, integrado por los jueces María Valeria Mibelli, Isabel de Los Ángeles Méndez y Guido Leandro Cattáneo, escuchará hoy las últimas palabras del acusado y podría emitir su veredicto en una de las causas más enigmáticas que atravesó la justicia tucumana en los últimos años.