El Secretario de Energía advirtió que esta liberación del mercado del bioetanol podría tener consecuencias negativas tanto en la economía mundial como en el medio ambiente a nivel global.
Durante las próximas sesiones extraordinarias del Congreso, se debatirá la Ley de Biocombustibles 27.640, con la intención de eliminar la regulación estatal en el precio de compra de la materia prima de origen vegetal (maíz, soja y caña). El Secretario de Energía, José Ascárate, advierte que esta liberación del mercado del bioetanol podría tener consecuencias negativas tanto en la economía mundial como en el medio ambiente a nivel global.
La propuesta contempla que las petroleras puedan negociar directamente los valores de compra con los productores, sin intermediación estatal. En este sentido, Ascárate señala que «han incluido un artículo en este ‘decreto ómnibus’ , que libera el mercado del bioetanol y elimina la restricción para todas las petroleras que estaban obligadas a mezclar al menos un 12 por ciento.»
Las provincias del norte argentino y las provincias centrales (Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba) son los principales productores de biocombustibles en la República Argentina, contribuyendo con el 12 por ciento de alcohol en todas las naftas. Según Ascárate, desregular este sistema sería un grave error, ignorando la incidencia del uso continuo de combustibles derivados del petróleo en la economía mundial y el desastre ambiental a nivel global.
Con respecto a la ley conocida como «del Azúcar», Ascárate afirma: «La derogación de la ley 25.715, como sostiene el Centro Azucarero Argentino, es un error grave. En esta se busca preservar la producción y el mercado interno ante las fluctuaciones de los precios en el ámbito mundial, no solo la industria azucarera. Esto afecta directamente a más de 6.000 productores cañeros independientes, que emplean en forma directa a 57.355 trabajadores. Nuestra meta es aumentar la producción de biocombustibles para liberarnos de la dependencia de los derivados del petróleo y, al mismo tiempo, proteger el medio ambiente.»
En cuanto a los objetivos de la Secretaría de Energía, Ascárate comenta: «Buscamos desarrollar las industrias regionales, en contraposición a la centralización en las plantas petroquímicas ubicadas en el cinturón de Buenos Aires. Actualmente, la provincia de Tucumán está en condiciones de proponer, al igual que Córdoba, un aumento en el corte de bioetanol en todos los combustibles vendidos en la provincia. Queremos establecer nuestro propio sistema de mezcla en colaboración con los ingenios azucareros y las petroleras, incorporando un porcentaje de 15 a 25% de bioetanol en las naftas y trabajando con mayores cortes en biodiesel. Hemos acordado con las provincias de la zona central que nos suministren la cantidad necesaria de biodiesel para incrementar nuestro corte de alcohol con bioetanol.»