El acoso sexual callejero quedará hoy más cerca de ser un delito, penado con multas y la obligatoriedad de hacer talleres de concientización, luego de que la Cámara de Diputados le dé media sanción al proyecto que salió con despacho unificado de comisiones y sería tratado hoy en el recinto.
El proyecto unifica iniciativas de las diputadas nacionales Olga Rista (Cambiemos), Victoria Donda (Libres del Sur) y Gabriela Troiano (Socialismo) y en uno de sus artículos ubica al delito en el contexto de la instancia privada. “La aplicación del presente artículo será dependiente de instancia privada salvo en casos de flagrancia”, dice el texto consensuado en comisión. Esto significa que si no hay denuncia de la víctima, el Estado no puede intervenir de oficio en la investigación, con la excepción de los casos en los que se trate de un hecho a la vista de una autoridad.
La agenda de debate se definirá recién hoy a las 11, una hora antes del inicio programado para la sesión, pero anoche se daba por sentado que acoso sexual callejero ingresaba al temario, a partir de que existía consenso.
La nueva norma establece penas de multas y define cuáles son las conductas que se prevé sancionar, con estas palabras: “Será penado el que mediante gestos, expresiones, palabras, contacto físico indebido o arrinconamiento, con connotación sexual, perturbare, en lugares públicos o de acceso público la dignidad, libertad, integridad física, psicológica, sexual o el libre tránsito de una persona, con motivo del género, identidad u orientación sexual de la persona ofendida”. Para estos casos, se estipuló una sanción de tres mil a 20 mil pesos.
El proyecto establece un agravante con una multa de cinco mil a 30 mil pesos si la víctima fuese menor de 18 años o si el autor fuere “funcionario público o miembro de una fuerza de seguridad, policial o penitenciaria”.
Una de las particularidades de la iniciativa es que prevé “como medida accesoria la obligatoriedad por parte del condenado de realizar talleres o encuentros orientados a la educación, concientización y erradicación del acoso sexual callejero y la violencia de género por un plazo no menor a los tres meses”.
Para Rista, “el acoso sexual callejero es una de las manifestaciones más evidentes de la violencia de género en nuestra sociedad y no sólo es necesario sino imperante que el Estado ponga límites claros y demuestre que es inaceptable cualquier forma de intimidación o discriminación basada en el género ”.
El piropo está en la mira, claramente. “Es lamentable ver cómo se naturaliza una manera tan explícita de violencia nombrándola con eufemismos como ‘piropos’ y condenando a la mitad de la población a sentir miedo y vergüenza cada vez que sale a la calle”, enfatizó Rista.
Una de las fuentes de origen del proyecto es el informe “Paremos el acoso callejero” que fue presentado en el Congreso por el movimiento Mujeres de la Matria Latinoamericana. En el relevamiento, se encontró que el 100 por ciento de las mujeres encuestadas sufrió algún tipo de acoso en su vida.
El monto de las multas será destinado al Instituto Nacional de las Mujeres para el fortalecimiento de políticas de prevención.
La mayoría de las mujeres, víctimas
El 50% recibió un comentario sexualmente explícito y al 47% la siguieron en la vía pública alguna vez en su vida.