Los atrasos en los pagos crecieron en los últimos meses y tienen especial impacto en los créditos no bancarios. Por eso, las compañías fintech vienen desde hace tiempo pidiendo al Banco Central (BCRA) que restituya la posibilidad de cobrar las cuotas de los préstamos mediante un débito automático en las cuentas de los clientes.
Esa posibilidad se prohibió en 2020, mediante la Comunicación “A” 6909. En aquel momento, en plena cuarentena, muchas personas se habían quedado sin ingresos y se la debitaban rápidamente las cuotas de los préstamos que habían tomado previamente. Ahora, el BCRA planea restituir esa posibilidad.
Así lo adelantó Pedro Inchauspe, director de la autoridad monetaria, en el Argentina Fintech Forum, que se realizó esta última semana. “Es una herramienta para los préstamos. Si todo va bien, en menos de un mes vamos a sacar la norma, rehabilitando esta herramienta para cobrar el préstamo de manera digital y permitir el crecimiento del crédito”, adelantó.

De acuerdo con el último informe de inclusión financiera elaborado por el BCRA, la capacidad de pago de las personas humanas se deterioró en el primer semestre del año. En junio de 2025, un 86,5% de los deudores cumplió con sus compromisos en tiempo y forma, lo que representó un 93,4% del saldo. Esos valores representaron caídas de 2,5 y 3 puntos porcentuales, respectivamente, frente a diciembre de 2024.
La morosidad fue más marcada en el caso de los individuos que tienen deudas con proveedores no financieros de crédito, ya que el porcentaje de personas que pagó a tiempo cayó cuatro puntos porcentuales en el primer semestre frente a un retroceso de dos puntos en los bancos.
Nivelar la cancha para estimular el crédito
Si bien las financieras no bancarias siempre apuntan a un público más amplio y con mayores riesgos, Pablo Blanco, CFO de Alprestamo, consideró que la imposibilidad de hacer débito para cobrar las cuotas inclinó la cancha a favor de los bancos.
“Las entidades financieras tradicionales mantuvieron el acceso a débitos automáticos vía CBU/CBU, alias y débitos en cuenta, lo que generó una asimetría regulatoria frente a las fintech, que debían recurrir a métodos más precarios como el push de pago manual o recordatorios vía billeteras. La derogación de la Comunicación ‘A’ 6909 permitiría restituir condiciones de competencia más equitativas”, afirmó.
Y completó: “Para el ecosistema fintech argentino, la posibilidad de usar débito automático para pagos de cuotas representa una ventaja estratégica significativa: mejora la morosidad, reduce costos y brinda mayor competitividad frente a los bancos tradicionales. Estimamos que puede lograrse una mejora de entre dos y cuatro puntos porcentuales en la mora, con aplicación adecuada”.

Según Matías Friedberg, cofundador Ixpandit Fintech Factory, la empresa detrás detrás de la plataforma Adelantos, la herramienta en la que trabaja el BCRA para mejorar la cobrabilidad debería tener algunos cambios con respecto a la que estuvo vigente hasta 2020.
“Hoy ocho de cada 10 transferencias van desde o hacia una CVU, una billetera virtual. La nueva herramienta debería tener la posibilidad de cobrar en billeteras virtuales. Otra cosa que es fundamental es que no tenga mucha fricción en la experiencia del usuario. Si el cliente tiene que hacer muchos pasos previos a la autorización de cobranza disminuyen las chances de adopción de esta nueva herramienta”, explicó.
Mientras las fintech celebraron la novedad, una fuente del sistema financiero tradicional relativizó el anuncio. “Esa operatoria se prohibió por los abusos que hubo en el pasado: financieras, cooperativas y otras empresas no reguladas, con prácticas abusivas y tasas altísimas, cobraban sus créditos en cuentas bancarias y después los bancos recibían las quejas de los clientes. Eso no debería volver a pasar”, afirmó.
Y sugirió: “El BCRA debería ser muy cuidadoso con las empresas a las que autoriza a cobrar créditos de esta manera, verificando tasas y prácticas de protección al usuario”.
Un pedido de las fintech
Las empresas fintech dedicadas a dar préstamos, eran las que más usaban el Debin (débito inmediato) para cobrar mensualmente las cuotas de los créditos que daban. La restitución de ese mecanismo es un pedido del sector desde hace tiempo.
“Cuando se dio de baja fue muy malo porque, al obstaculizar la principal herramienta de cobranza, subieron tanto los costos operativos como el riesgo asociado a la actividad. En consecuencia eso se termina traduciendo en tasas más altas y peores condiciones para el tomador de crédito. Fue perjudicial para el ecosistema en general”, recordó Friedberg.

A su turno, Blanco consideró que es adecuado y oportuno que el BCRA derogue esta prohibición. “Esa normativa limitó de forma considerable el desarrollo de productos de crédito digital al restringir el uso del débito directo como mecanismo de cobranza para las entidades no financieras, incluyendo fintechs», justificó.
A su vez, destacó que la posibilidad de usar el Debin o algún sistema equivalente para cobrar mejorará las previsiones contables y financieras de las fintech y, por lo tanto, mejorarán su capacidad para prestar más.
“El uso de un mecanismo de cobro automático permite estimar con mayor precisión las fechas y montos esperados de recupero. Esto es clave para proyectar ingresos, provisiones y liquidez con mayor exactitud», cerró Blanco.

