Más de 60 trabajadores del ingenio azucarero enfrentan un futuro incierto y las autoridades provinciales buscan evitar cesantías en medio de una compleja negociación empresarial.
El conflicto laboral en el ingenio Bella Vista encendió las alarmas en el Gobierno tucumano. Ante el riesgo de despidos masivos, el gobernador Osvaldo Jaldo encabezó una reunión junto a funcionarios de su gabinete, representantes sindicales y autoridades municipales, con el objetivo de encontrar una solución y proteger las fuentes de trabajo.
Actualmente, el establecimiento se encuentra en un proceso de transición entre las firmas José Minetti y Arca Continental. Según lo informado por el ministro de Gobierno y Justicia, Darío Monteros, este mismo martes se realizará una reunión clave en la Secretaría de Trabajo, donde se intentará mediar entre las partes y escuchar todas las posiciones.
El secretario de Trabajo, Andrés Galván, reconoció que el proceso ha sido “desprolijo” y que la empresa Arca Continental responsabilizó a Minetti por las decisiones tomadas en el marco de un proceso de convocatoria de acreedores. “Nos llama la atención que los despedidos sean en su mayoría trabajadores de fábrica, cuando supuestamente Minetti se quedaba con destilería, fraccionadora y campo”, detalló.
Desde el gremio, José Leguizamón advirtió que la situación genera temor e incertidumbre: “En algunos ingenios las familias se están dividiendo las acciones, y no sabemos si mañana nos va a pasar lo mismo. Queremos inversiones, pero no a costa de los trabajadores”.
Por su parte, la intendenta de Bella Vista, Paula Quiles, remarcó que el municipio trabaja como puente entre las partes: “Estamos facilitando el diálogo real, porque esto requiere una respuesta comunitaria. Nuestro rol es garantizar la paz social”, expresó.