El Ministerio Público Fiscal trata de esclarecer cuál fue el móvil del crimen del niño de 10 años que conmocionó a la provincia. Los pesquisas pudieron establecer que el menor hallado sin vida en una vivienda de Paraguay al 100 falleció a causa de una asfixia generada por estrangulamiento y en las próximas horas se le practicaría la autopsia correspondiente. El adolescente de 16 años, sospechado de haber asesinado a la víctima, está siendo evaluado por un equipo médico para confirmar si puede, o no, ser imputado.
Son muchas las dudas que giran en torno al estremecedor caso. Los investigadores, debido a la edad de los implicados y a las características del hecho, manejaron la información con extrema cautela para preservar la intimidad de los menores y sus familias. Sin embargo, durante la jornada de ayer fueron trascendiendo datos que permitieron reconstruir a grandes rasgos lo que ocurrió en la vivienda de Villa 9 de Julio.
La víctima vivía junto a dos hermanos de 15 y 11 años en la casa de su tío abuelo de 65. Según informaron los investigadores, habían quedado a cuidado de su pariente porque la madre los habría abandonado y por la muerte de su padre.
El sospechoso del crimen era amigo de los hermanos. Los vecinos dijeron que era común verlos jugar juntos todos los días. El domingo por la tarde estuvieron divirtiéndose por el barrio y, como lo hacía normalmente, el supuesto autor del crimen se quedó a dormir en la casa de la víctima.
Alrededor de las 7 de la mañana, el adolescente llamó al Servicio de Emergencias 911 para contar que algo malo había ocurrido. En dicha llamada, el joven habría manifestado que “se quedó a dormir en la casa de su amigo y que había ahorcado con sus manos al hermano menor y no sabía si estaba con vida”. Finalmente les indicó a los policías cuál era su ubicación. Rápidamente el jefe de la Dirección General de Investigaciones, Miguel Carabajal, dio intervención a la División de Homicidios.
Fue así que un equipo de efectivos, dirigidos por Susana Montero y Leonardo Robles, primero buscó al adolescente y luego se presentó en el domicilio donde residía la víctima.
Al llegar le explicaron a su tío abuelo la llamada que recibieron y, con su autorización, se dirigieron hacia el fondo de la vivienda donde está la habitación en la que dormían los hermanos. Cuando intentaron despertarlos solo dos de los tres hermanos reaccionaron. Al revisar al tercero, sospecharon que podría estar sin vida. Los médicos del servicio 107 confirmaron su deceso.
El personal policial comenzó a trabajar junto al personal del Equipo de Investigaciones Fiscales (Ecif) en la escena del crimen y entrevistando a posibles testigos para reconstruir la cronología del hecho, determinar la causa de muerte y cuántas fueron las personas involucradas. El médico forense, al examinar a la víctima constató que presentaba en el cuello escoriaciones compatibles con marcas por estrangulamiento manual y escoriaciones en la mano izquierda.
Aprehensión
En paralelo a la requisa, los allegados del adolescente de 16 años desconocían el paradero del sospechoso. En diálogo con LG Play, la hermana del joven contó que regresó a su casa aproximadamente a las 7 y, visiblemente alterado, le dijo a su madre que había “cometido un error”. Luego se retiró del domicilio. “Él abrazaba a mi mamá y le pedía perdón. Estaba vestido todo de negro cuando salió. No sabemos nada de él”, relató.
MEDIDAS. Los peritos inspeccionaron la casa de Paraguay al 100.
La mujer también contó que su hermano había estado en tratamiento psicológico debido a episodios previos de angustia, aunque aseguró que “no era violento”. “Cuando se sentía mal solía salir a caminar para calmarse”. En el transcurso de la mañana, la joven dijo que su hermano se comunicó con ella y le habría pedido que la familia se fuera a vivir a otro lugar. También dijo que el adolescente le habría enviado mensajes a una tía de Buenos Aires expresando intenciones de quitarse la vida y pidiendo perdón.
Una vez que el fiscal Pedro Gallo estuvo al tanto de la situación dispuso que el menor fuera trasladado al Centro de Admisión y Derivación (CAD). Allí, fue atendido por los profesionales que deberán realizar un informe para que se resuelva su situación procesal. Por lo pronto, se encuentra aislado de otros adolescentes. Hasta el momento no hay información oficial que confirme que el sospechoso haya sufrido alguna patología o trastorno mental.
Por otro lado, se ordenó realizarle un análisis al hermano de 15 años de la víctima. Esto se debería a que, según informaron fuentes cercanas al caso, el adolescente de 15 estaba durmiendo junto a la víctima en la misma cama, y el sospechoso junto al niño de 11 años.

