El oficialismo busca cerrar su lista antes del viernes. Persisten las tensiones internas y el hermetismo en torno al rol del histórico dirigente.
Con la fecha de elecciones marcada para el 14 de junio, Atlético Tucumán atraviesa días clave en la construcción de la lista oficialista que competirá por la conducción del club durante los próximos tres años. Aunque no hay confirmaciones oficiales, todo indica que Mario Leito podría volver a encabezar el proyecto que gobierna al “Decano” desde hace casi dos décadas.
La conformación de la lista no ha sido sencilla. La implementación del nuevo estatuto, que amplía la estructura dirigencial, obligó a reorganizar espacios de poder y redefinir representaciones internas. La futura comisión directiva deberá estar compuesta por 52 miembros, y junto a los avales exigidos, se deben reunir 82 nombres, más del doble que en procesos anteriores.
Esto generó tensiones internas y dificultades para cumplir los requisitos técnicos exigidos por la normativa, como la inclusión obligatoria de contadores y abogados en órganos específicos. El armado de la lista dejó expuestas disputas y falta de consensos, incluso entre miembros históricos del oficialismo.
En cuanto a la presidencia, Leito había anticipado su intención de no continuar. Sin embargo, ante la negativa de otros referentes como Mario Ávila, Ignacio Golobisky, Martín García y Gonzalo Carrillo a asumir el liderazgo, su nombre volvió a tomar fuerza. Aún no hay confirmación oficial, pero en su entorno admiten que será él quien encabece, salvo un cambio de último momento.
El anuncio se espera para jueves o viernes, durante un evento que se realizaría en el complejo José Salmoiraghi con dirigentes, socios y figuras con pasado opositor. Allí se presentaría la lista definitiva.
Además del desafío interno, el oficialismo intenta renovar su propuesta sin romper con la tradición. Entre los nuevos nombres que podrían figurar, se menciona a Iván Hasbani, sobrino del expresidente Carlos Hasbani y con pasado en agrupaciones opositoras. También se evalúa el ingreso de jóvenes dirigentes, lo que generó resistencias en sectores más tradicionales.
En paralelo, el clima entre los socios es de expectativa y crítica. Aunque el primer equipo mejoró con Lucas Pusineri, persisten los cuestionamientos a la dirigencia. Sin embargo, la experiencia muestra que ese malestar no siempre se traduce en votos: en 2022, el oficialismo ganó con más de 1200 votos sobre un total de 1900.
La mesa chica se reunirá entre lunes y martes en el estadio Monumental para definir los últimos detalles. El tiempo apremia y el oficialismo sabe que, para sostener su hegemonía, necesita claridad, cohesión y una figura que reúna consensos. Todo indica que, una vez más, ese nombre sería Mario Leito.