La actriz Emma Stone decidió poner en venta su impresionante mansión ubicada en Tarrytown, Austin, Texas. La propiedad, valuada en 26 millones de dólares, fue reformada durante cuatro años con el objetivo de convertirse en un hogar íntimo y acogedor para su familia, pero finalmente quedó deshabitada cuando la pareja se instaló definitivamente en Nueva York. Junto a su esposo, el productor Dave McCary, la ganadora del Oscar adquirió esta propiedad de 5.000 metros cuadrados y comenzó un ambicioso proyecto de renovación. El resultado fue una residencia de estilo clásico, con amplios jardines, techos a dos aguas y caminos exteriores perfectamente delineados. La privacidad fue una prioridad, por lo que el terreno está completamente amurallado y rodeado de frondosa vegetación que impide cualquier vista desde el exterior. Uno de los grandes cambios introducidos en la remodelación fue la incorporación de paredes de vidrio que permiten el ingreso de luz natural en todos los ambientes, otorgando una luminosidad única en cada rincón de la casa. Aunque los retoques finales aún están en marcha, se espera que la residencia esté terminada en los próximos meses. En su interior, la casa combina elegancia y artesanía. Según Forbes, cuenta con pisos de roble colocados en espiga, mármol crema en chimeneas y encimeras, ladrillo recuperado y detalles como paneles de vidrio emplomado en aberturas arqueadas que evocan la tradición reinterpretada con modernidad. El espacio exterior fue diseñado para aprovechar la sombra de los robles que rodean la casa, generando áreas ideales para el descanso. Terrazas amplias, una piscina y zonas de estar ofrecen un entorno perfecto para reuniones familiares y momentos de relax. Además, la propiedad incluye un cobertizo independiente con dos habitaciones. La mansión también está equipada con una sala de cine privada, biblioteca revestida en madera, muebles de nogal con puertas ocultas, un bar, solárium vidriado y paredes diseñadas para aislar los ruidos exteriores, garantizando total privacidad y confort. Con esta propiedad, Emma Stone apostó por un estilo de vida sofisticado y reservado, aunque los planes cambiaron y ahora busca un nuevo dueño para este exclusivo refugio texano.