River Plate quedó eliminado del Mundial de Clubes tras perder 2-0 frente al Inter de Milán en la fase de grupos. Sin embargo, más allá del resultado deportivo, el cierre del partido dejó un episodio que generó polémica: el intento de agresión de Marcos Acuña hacia el neerlandés Denzel Dumfries.

Durante el encuentro, el lateral argentino tuvo varios cruces con Dumfries, situación que se intensificó sobre el final. Tras el pitazo final, Acuña intentó perseguir al jugador rival camino a los vestuarios, pero fue detenido por sus propios compañeros y por el entrenador del Inter, Cristian Chivu, evitando así que el conflicto pasara a mayores.

Marcelo Gallardo, entrenador de River, no ocultó su malestar por la actitud de su dirigido. “Entiendo las pulsaciones de los futbolistas, pero el final no es la imagen que queremos dar. Una gresca entre dos futbolistas hace que toda la gente se meta”, expresó el DT. Además, remarcó que “no es el estilo de River que las cosas terminen de esa manera”.

En cuanto al análisis del partido, Gallardo señaló: “Una parte del trabajo fue buena, pero nos faltó en la toma de decisiones que nos llevara con peligro al arco rival. Había nerviosismo porque ellos son físicamente muy fuertes. Lamentablemente no pudimos completar el trabajo”.

El entrenador también lamentó no haber podido darle una alegría a los hinchas que viajaron a acompañar al equipo: “Una pena por toda esta gente que vino en masa a acompañar y no pudimos darle una alegría”.

Por su parte, Lautaro Martínez, figura del Inter y delantero de la Selección Argentina, elogió a River tras el partido. “River es un rival que juega muy bien, presionó alto hasta los 60 minutos, después con el hombre menos encontramos más espacios. Quiero felicitar a River porque hizo un gran camino y seguramente merecía más”, declaró el atacante.

El “Toro” también destacó el respeto que tiene por el club argentino y reveló una anécdota personal: “Mi mamá es de River, tengo muchos amigos y compañeros presentes acá”.