El reciente anuncio del gobierno de Estados Unidos sobre la imposición de aranceles recíprocos ha generado incertidumbre en los sectores exportadores de Argentina. Se ha confirmado que los productos argentinos serán gravados con un arancel mínimo del 10%, lo que podría afectar la competitividad de diversas industrias clave.
Los sectores más afectados por la medida
Se ha estimado que industrias como el acero, aluminio y la automotriz serán las más impactadas. De acuerdo con un informe de la Cámara de Comercio Argentino-Estadounidense (Amcham), el arancel promedio aplicado por Argentina sobre productos alimenticios es del 16%, mientras que el impuesto estadounidense era del 4,6% antes del anuncio.
Productos como el calzado y el cuero han sido gravados en Argentina con un 19,8%, mientras que en EE.UU. la tasa aplicada es de 7,1%. Los plásticos y metales también han enfrentado una carga mayor en Argentina (11% y 13,7%, respectivamente) en comparación con los aranceles de 1,4% y 0,2% en Estados Unidos.

La analista en comercio internacional Yanina Lojo ha mencionado que el impacto total de la medida dependerá de cómo se implemente la orden ejecutiva en los próximos días. «Los sectores que exportan a Estados Unidos verán reducida su competitividad», afirmó la especialista.
Consecuencias económicas para Argentina
Desde la consultora Abeceb, fundada por Dante Sica, se ha advertido que sectores dependientes de importaciones estadounidenses, como el metalúrgico, petroquímico y energético, enfrentarán costos más altos. Se ha proyectado que el acero y aluminio sufrirán un impacto significativo, ya que se ha informado que el arancel al aluminio podría ascender hasta el 25%.
Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI, ha declarado que «las empresas exportadoras deberán absorber parte del pago del arancel, lo que reducirá sus utilidades y desincentivará a compradores estadounidenses». Además, se ha advertido que esta situación podría generar presión cambiaria, afectando la estabilidad macroeconómica.
Oportunidades en un contexto adverso
Pese a los efectos negativos, nuevas oportunidades comerciales podrían surgir. Yanina Lojo ha señalado que «otros países enfrentarán aranceles aún más altos, lo que podría permitirle a Argentina ganar mercado». Como ejemplo, se ha destacado que el sector vitivinícola argentino podría beneficiarse si la Unión Europea pierde competitividad en EE.UU. debido a los nuevos impuestos.

Por otro lado, también se ha alertado que la sobreoferta de ciertos productos en el mercado global podría provocar una caída en los precios internacionales. Desde Abeceb se ha advertido que, a corto plazo, la suba de aranceles generará una reducción en las cantidades exportadas desde Argentina y un encarecimiento de ciertos productos para los consumidores estadounidenses.
Un panorama de incertidumbre
Se ha observado que la política comercial de EE.UU. no solo impactará en los costos de los productos argentinos, sino que podría influir en la inflación y las tasas de interés de la Reserva Federal. De acuerdo con Marcelo Elizondo, «si la tasa de interés estadounidense no baja, los precios de los commodities se verán afectados y se desincentivará la inversión en economías emergentes».
En conclusión, aunque se han identificado riesgos significativos para las exportaciones argentinas, también se han mencionado posibilidades de reposicionamiento en el comercio internacional, dependiendo de cómo se ajuste el mercado a las nuevas barreras arancelarias.

