Empató 1 a 1 con el Flamengo en el Maracaná en la noche de este miércoles y de esa manera se adjudicó el partido de 180 minutos por la final de la Copa Sudamericana.
Fue más Independiente en los 180 minutos. En la primera etapa, supo plantarse, más allá que de a ratos ofreció dos caras. Cuando logró hacer pie en la mitad de cancha y poner a sus descarados gambeteadores de frente a los hombres más pesados del «Fla», contuvo el apetito ofensivo que contagió el Maracaná y puso en aprietos al conjunto de Reinaldo Rueda. Emmanuel Gigliotti supo aguantar y pivotear con presteza, y Meza y Barco resultaron aguijones cada vez que decidieron encarar.
Al mismo tiempo, en muchas transiciones, Flamengo encontró espacios amplios entre el medio y la defensa. En dichas ocasiones, lanzó un pelotón de hombres en ataque, comandados por la experiencia de Diego (ex Santos y Atlético Madrid) y con el movedizo Paquetá como hombre más preocupante, por la derecha, sometiendo a Tagliafico y Amorebieta.
Con esos dos partidos en uno, ambos equipos tuvieron situaciones para anotar. Asustó primero y más fuerte el equipo brasileño, con el mano a mano de Éverton en el que Campaña se jugó el cuerpo. También pudo ser de Meza, pero se topó con la humanidad del arquero local cuando quiso hallar el hueco para definir. Tuvo que combinarse una doble pifia (Tagliafico, que no toca el balón, y Domingo, que no llega a rechazar) para que Flamengo abriera el marcador a través del solitario Paquetá. El dorsal 29 a los 29 minutos de juego puso el 1-0.Pero el «Rojo» no se desinfló en desventaja. A los 36′, Meza no claudicó ante un pase largo y Gustavo Cuéllar forzó el tropiezo. El árbitro Wilmar Roldán solicitó la asistencia del VAR, que corroboró la sanción del penal. Y Ezequiel Barco explicó, con su aplomo y talento en la ejecución cruzada.