Vecinos denunciaron a la dueña por el «olor penetrante» que expide el animal a través de una glándula que tiene en la parte dorsal.
Según consta en una gacetilla informativa de la Policía, efectivos de la División de Delitos Rurales y Ambientales Capital N°6 rescataron el miércoles un pecarí (familiar del jabalí) de pocos meses de vida que se encontraba cautivo en una vivienda de la ciudad de Tafí Viejo.
Los efectivos llegaron al domicilio, ubicado en avenida del Perú Sud al 100, luego de que las autoridades de la División Fauna de la provincia recibieran una denuncia anónima que indicaba que en esa vivienda había una cría de chancho del monte como mascota.
Entrega voluntaria
Es así que al ingresar a la propiedad, donde funciona una verdulería, los efectivos constataron que el animal se encontraba con una correa en el cuello. Por ello, inmediatamente procedieron a su rescate y lo trasladaron a la sede de Delitos Rurales y Ambientales por infracción a la Ley N° 6.292.
Las autoridades le explicaron a la mujer que hizo entrega del pecarí de manera voluntaria que existe la prohibición de tener cautivos a estos animales.
El procedimiento fue supervisado por el director General de Delitos Rurales y Ambientales, comisario General Silenio Castaño.
¿Que es un pecarí?
Los pecaríes miden 90 cm, con una cola de 5 cm., tiene 50 cm, de alzada. El peso es de 20 a 30 kilos, por lo general posee en la parte dorsal una glándula que secreta una sustancia de olor penetrante, su pelaje es largo y espeso, color castaño con una mancha blanca en forma de collar.
A los pecaríes no se les ven los colmillos, que son rectos y cortos y tienen una glándula que produce un. fuerte olor a almizcle que usan para marcar territorio. A diferencia de los jabalíes, estos últimos tienen expuestos sus largos y curvos