El Gobierno de Israel aprobó un acuerdo histórico con Hamas que contempla un cese al fuego en la Franja de Gaza, junto con la liberación gradual de rehenes israelíes y prisioneros palestinos.
El pacto, que entrará en vigor el domingo, fue ratificado por el gabinete completo del primer ministro Benjamin Netanyahu tras intensas deliberaciones que se extendieron hasta pasada la medianoche del sábado.
El acuerdo establece que tres rehenes israelíes serán liberados el primer día, con liberaciones adicionales programadas en etapas durante las semanas siguientes. A cambio, Israel liberará a mujeres y niños palestinos menores de 19 años detenidos en cárceles israelíes.
Durante la primera fase del acuerdo, las fuerzas israelíes permanecerán desplegadas en la ruta Filadelfia, cerca de la frontera con Egipto, pero comenzarán un retiro gradual hacia el “cinturón de seguridad” en las etapas finales. Además, los residentes de Gaza podrán regresar al norte de la franja, mientras que el tráfico aéreo sobre la zona será suspendido temporalmente los días de liberación de rehenes.
En un comunicado, la oficina de Netanyahu confirmó que el pacto cuenta con el respaldo de Estados Unidos, incluyendo garantías que permiten a Israel reanudar las hostilidades si las negociaciones de una segunda fase fracasan.
La liberación de los prisioneros palestinos será supervisada de cerca por el Ministerio de Justicia israelí, que publicará una lista con los nombres y delitos de los detenidos. El público tendrá 24 horas para apelar ante el Tribunal Superior de Justicia, aunque fuentes judiciales consideran improbable que se anule el plan.
El anuncio llega en un momento crítico, con críticas de los familiares de los rehenes por la demora en las decisiones del gabinete.
Einav Zangauker, madre de uno de los rehenes, instó a la sociedad israelí a apoyar el acuerdo: “Es nuestro deber asegurar que todas las etapas se cumplan y que todos los rehenes sean liberados”.
Hamas, por su parte, afirmó que los obstáculos previos al acuerdo fueron superados, y publicará los nombres de las mujeres rehenes que serán liberadas en la primera jornada.
Este pacto representa un paso significativo en un conflicto prolongado, con la esperanza de un respiro temporal para ambas partes y la posibilidad de avanzar hacia una mayor estabilidad en la región.