El gobernador, Osvaldo Jaldo, se refirió a las negociaciones con el Gobierno nacional y sostuvo que la provincia pudo acordar con el Poder Ejecutivo Nacional cuestiones relativas a la Ley del Azúcar y al bioetanol, en defensa de las economías regionales de Tucumán.
El gobernador, Osvaldo Jaldo, se refirió a las negociaciones con el Gobierno nacional y sostuvo que la provincia pudo acordar con el Poder Ejecutivo Nacional cuestiones relativas a la Ley del Azúcar y al bioetanol, en defensa de las economías regionales de Tucumán.
El Gobernador dijo que sus gestiones ante Nación están “intactas. Simplemente no se van a tratar en esta sesión –de la Cámara de Diputados de la Nación, en el marco de la Ley Bases-. Nosotros hemos logrado sacar el artículo 59 que derogaba la Ley del Azúcar. Una norma que fija los aranceles de importación para que el azúcar de otros países como Brasil y Estados Unidos, que está subsidiada, no entren a la Argentina”.
Sobre ello, explicó: “no hay manera de competir con países que están subsidiando su actividad a un país como la Argentina o a una región como el Norte Tucumán sin ningún tipo de protección arancelaria” y complementó: “ya no hay peligro de que tengamos la importación de azúcar de otros países que subsidian la actividad”.
En cuanto a los biocombustibles, dijo: “capítulo del bioetanol, se lo ha ido modificando y le está haciendo falta algunos retoques porque son muchas las partes involucradas. Entran los sectores del alcohol de la caña de azúcar; del maíz – las provincias de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, producen alcohol de maíz. Están las petroleras que producen el combustible y que son las que compran el alcohol. Y está el biodiesel que se hace de soja. Es decir, son muchos los que intervienen en estos negocios”.
Por eso, argumentó, “se sigue conversando, se ha avanzado bastante. Tucumán va a seguir manteniendo lo que ha venido manteniendo en materia de bioetanol. Esto nos permite regularizar para que el precio del azúcar no se deteriore. Si toda la caña de azúcar se fabrica y se hace azúcar, evidentemente esa sobreoferta va a tirar el precio abajo. Y también, si nosotros no hacemos alcohol, evidentemente no tenemos qué hacer con esa materia prima. Por eso, Tucumán tiene que hacer alcohol y azúcar. Exportar los excedentes y utilizar el bagazo como energía propia para mover sus industrias. Es decir, que hay una diversidad de subproductos que hoy tiene el azúcar que antes no lo teníamos, con lo cual podemos defender nuestro precio del azúcar con razonabilidad porque, cuando aumentan mucho los precios, también los que se perjudican son los consumidores”.