El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, lanzó una dura crítica contra la reforma laboral impulsada por el gobierno de Javier Milei, al calificarla de receta obsoleta y fracasada. «Todo este paquete de leyes huele a naftalina. Es un fantoche de la época del Consenso de Washington», afirmó.
Según el mandatario bonaerense, la propuesta oficial carece de originalidad. «Es más o menos igual a la de los 90; se probó en esa década y no anduvo», advirtió. En esa línea, tildó a la administración libertaria de «manga de irresponsables» y resaltó que su espacio político hará «todo lo posible dentro del régimen democrático» para evitar el «remate» del país y construir una alternativa de gestión.
Cruce por la deuda y la recesión
Al ser consultado sobre el pedido de financiamiento enviado a la Legislatura bonaerense, Kicillof defendió la medida y contraatacó al denunciar un doble estándar en el oficialismo nacional. Aclaró que la solicitud provincial busca cubrir vencimientos de deuda y no gastos corrientes, a diferencia de la estrategia nacional.
«No tienen cara. Están todo el tiempo colocando deuda con el FMI, son endeudadores seriales», disparó. Según su análisis, el gobierno de Milei endeudó a la Argentina para pagar «el supermercado, medicamentos y alquileres», y generó un impacto social severo.
Finalmente, Kicillof alertó sobre una «metralleta de cierres y despidos» que afecta incluso a empresas históricas. El gobernador concluyó con una dura observación sobre la actitud del Presidente frente a la crisis:. «Milei no solo mira con indiferencia, sino que pareciera que lo festeja y lo mira con goce, mientras se pierden puestos de trabajo muy difíciles de recuperar», aseguró.

