Desde la tarde del 31 de octubre, las calles de San Miguel de Tucumán empezaron a transformarse. El espíritu de Halloween se apropió del ambiente con niños pidiendo golosinas en diferentes barrios, sobre todo en el microcentro. Pero el verdadero susto se lo llevaron cientos de tucumanos que cerca de la medianoche vieron un curioso fenómeno sobre ruedas.
La noche de Halloween tomó su propia impronta en la ciudad. Si los más tradicionalistas se quejaban de la adopción de la festividad extranjera en Tucumán, es momento de reflexionar sobre ese pensamiento. Porque durante la noche de este viernes, decenas de tucumanos participaron de la Noche de Brujas de una forma que podría considerarse tan autóctona como actual.
Qué fue la “rodada del terror”
Entre las 22 del viernes y la 1 de la madrugada del sábado, por lo menos, un grupo de motociclistas disfrazados y enmascarados se hicieron notar por las calles. Entre idas y vueltas, una multitud de jóvenes circularon por las calles de la ciudad. Aunque en principio se trató de una pequeña convocatoria a quienes quisieran participar de la celebración, pronto tomó matices de terror.
Disfrazados, enmascarados, a los gritos, con caños de escape estruendosos y con un afán disruptivo, la rodada del terror terminó por convocar a un buen número de motociclistas. Aunque se desconoce todavía su origen exacto, la convocatoria se hizo mediante las redes sociales por donde invitaban a participar y unirse primero a un grupo de WhatsApp de la organización.
La rodada de terror que se vio como “La Purga”
Quienes escucharon y, sobre todo, vieron la performance hicieron comparaciones con escenas de la película “La Purga”, en que un grupo de atacantes enmascarados y escalofriantes se mueven para generar caos, asaltar y matar a sus víctimas. Es que las máscaras blancas o de Jason Voorhees fueron elementos suficientes para emular ese ambiente.
En redes sociales quedó evidenciado que la intención era hacer un Halloween sobre ruedas en el que solo importaba tener una moto para poder pasear por la noche tucumana. Incluso entre los comentarios públicos, algunas personas buscaban grupos para unirse, sin importar si se trataba de perfectos desconocidos. El objetivo era participar.
El impacto que generó la rodada llamó la atención de los agentes policiales de turno. Incluso testigos que vieron pasar el grupo declararon que algunos conductores fueron retenidos momentáneamente.

