La tucumana detenida en Bolivia tiene una larga lista de detenciones en nuestra provincia por delitos como hurtos, robo agravado, lesiones, atentado y resistencia a la autoridad y usurpaciones desde septiembre de 2014 hasta abril pasado. En principio, habría cumplido sólo una condena de 60 días bajo la modalidad de arresto domiciliario.
Corina Belén Fadel, de 32 años, fue sorprendida cometiendo hurtos en locales de Bermejo, ciudad boliviana ubicada frente a la localidad salteña de Aguas Blancas, principal punto de paso de los argentinos que viajan a ese país a realizar compras. Los comerciantes la detuvieron, la golpearon, le cortaron el pelo y la pasearon semidesnuda por las calles. Algunas versiones indicaron que los más exaltados pretendieron prenderle fuego.
Pese a que trascendió que había robado en varios locales, hasta el momento sólo una comerciante estaría dispuesta a denunciar un robo de mercadería por unos $5 millones. Los investigadores bolivianos sospechan que Fadel formaba parte de un grupo de tucumanos que habían viajado a Bermejo para sustraer mercaderías y sólo ella fue descubierta. Están tras los pasos de sus cómplices, ya que tendría en su poder imágenes de algunos lugares donde se observa a la acusada con otras personas.
Mientras en el vecino país se define su situación procesal, LA GACETA confirmó que la joven tuvo al menos 20 expedientes iniciados en la Justicia entre 2014 y 2025, aunque varios de ellos fueron archivados porque las víctimas no siguieron con las denuncias o porque se prescribieron por el paso del tiempo.
La mayoría de los casos fueron por hurtos simples, es decir, robos en locales comerciales. Justamente, por un delito de estas características, hace casi un año fue condenada a dos meses. La pena la cumplió en octubre pasado con la modalidad de arresto domiciliario. Seis días después de haber quedado en libertad, fue aprehendida nuevamente por atentado y resistencia a la autoridad.
Fadel fue arrestada en dos oportunidades en lo que va del 2025. En marzo y en abril fue aprehendida por intentar robar mercadería de dos supermercados diferentes de nuestra provincia. Al tratarse de delitos excarcelables, se le permitió continuar los procesos iniciados en libertad.
Los investigadores sostienen que este caso dejó al descubierto dos situaciones. La primera es que las personas que ya tienen antecedentes penales en delitos como este, deciden ir a otras provincias a cometer estos ilícitos, ya que si vuelven a ser procesadas en Tucumán, la pena que recibirán será más fuerte y de cumplimiento efectivo.

En los últimos años hubo casos de “mecheras” -como Fadel-, bandas que utilizaban inhibidores de alarmas para robar elementos del interior de vehículos y “rompevidrios” oriundos de esta provincia que fueron arrestados en otras jurisdicciones. Todos ellos ya habían sido condenados por la justicia en estas tierras.
Bermejo se transformó en un gran centro de atracción comercial. Según los reportes de medios bolivianos, en los últimos meses se abrieron unos 500 locales que comercializan todo tipo de productos. El 90% de los compradores son argentinos que buscan adquirir los productos para luego ingresarlos ilegalmente a nuestro país. Algunas estimaciones dan cuenta que por semana más de 100.000 argentinos recorren las calles de esa localidad.
“Todo el mundo habla del boom de Chile o de Ciudad del este para hacer compras. Pero la gente se está dando cuenta que se puede comprar cosas de la misma calidad, especialmente ropas, cubiertas y electrodomésticos y más barata. Esa es una ventaja muy importante para los habitantes del NOA porque los viajes son más económicos”, sostuvo Mario Reyes, transportista que realiza al menos tres excursiones por mes.
Los investigadores sostienen que las “mecheras” buscan lugares donde hay mucho movimiento para robar. Por esa razón cobra fuerza la posibilidad de que Fadel haya formado parte de un grupo que se dirigió a Bermejo a sustraer mercadería que luego comercializaría en nuestra provincia.
Fadel es conocida en esta provincia por los comerciantes. Su rostro aparece en varias publicaciones donde se la denuncia como “mechera”. Fuentes policiales confirmaron que esa es su especialidad y que por ser madre de tres hijos menores, la Justicia debe otorgarle el arresto domiciliario para que pueda hacerse cargo de ellos. Sus vecinos, temerosos, no quisieron dar muchos detalles.
“Es una persona muy conflictiva y sumamente atrevida. Todos sabíamos a qué se dedicaba y que cada tanto la venían a detener. Ahora, que está presa en otro país, no creo que la volvamos a ver por un buen tiempo”, sintetizó Juliana Ortiz.

