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Lo que se sabe del naufragio del superyate frente a Sicilia

El naufragio del «Bayesian», un superyate de lujo, dejó siete víctimas mortales, entre ellas importantes figuras de la tecnología.

El 19 de agosto, un naufragio de un yate de lujo frente a la costa norte de Sicilia resultó en la muerte de siete personas, incluyendo al magnate británico de la tecnología Mike Lynch, su hija Hannah, y Jonathan Bloomer de Morgan Stanley. Aquí está lo que se sabe del trágico accidente.

Tormenta violenta

El «Bayesian», un superyate británico de 56 metros de eslora, estaba fondeado cerca del puerto de Porticello, cerca de Palermo, cuando se hundió antes del amanecer debido a un fenómeno meteorológico severo y repentino. Según el fiscal Raffaele Cammarano, la causa más probable fue una ráfaga descendente, un viento muy fuerte y descendente, en lugar de una tromba de agua.

Los guardacostas indicaron que, de acuerdo con las previsiones meteorológicas, no había nada inusual en que el «Bayesian» estuviera anclado en alta mar en lugar de buscar refugio en puerto. Otro yate cercano no sufrió daños en la tormenta.

De las 22 personas a bordo, 15 sobrevivieron, incluyendo a nueve de los diez miembros de la tripulación y a la esposa de Lynch. Seis de los doce pasajeros murieron. Los fiscales han puesto bajo investigación al capitán del yate, James Cutfield, por homicidio involuntario y naufragio. Se espera que el yate sea retirado del agua para concluir la investigación.

El inspector Ambrogio Cartosio anuncia una investigación por naufragio negligente y homicidio tras la muerte de siete personas en el hundimiento del yate Bayesian.

Primero se hundió la popa

El «Bayesian» envió su última señal a las 02:06 GMT a través del Sistema de Identificación Automática (AIS), según el sitio web MarineTraffic. Una bengala roja que alertó a los servicios de rescate se disparó a las 02:38 GMT, más de 30 minutos después del hundimiento.

El jefe de bomberos de Palermo, Girolamo Bentivoglio Fiandra, señaló que el yate se hundió por la popa y yace en su costado de estribor a una profundidad de unos 50 metros. Los cuerpos de los fallecidos fueron encontrados en los camarotes del lado izquierdo, donde podrían haber intentado buscar burbujas de aire para sobrevivir.

El fiscal Cammarano sugirió que probablemente todos los pasajeros estaban dormidos cuando comenzó la tormenta, lo que explicaría por qué no pudieron escapar.

Incomprensible

El naufragio ha dejado perplejos a marinos e ingenieros náuticos, quienes señalan que el «Bayesian» debería haber tardado horas en llenarse de agua, lo que hace inexplicable su rápida desaparición.

Se especula que la tripulación pudo haber dejado abiertos algunos ojos de buey o ventanas, o que la tormenta pudo haberlos roto, permitiendo la entrada del agua. También se plantea la posibilidad de que el yate estuviera amarrado con la quilla levantada, lo que podría haber comprometido su estabilidad. Los fiscales han declarado que es demasiado pronto para confirmar cualquiera de estas hipótesis. Tampoco se sometió a los tripulantes a pruebas de alcohol o drogas de inmediato debido a su estado de shock tras el rescate.

El 22 de agosto, buzos italianos llegaron a Porticello con una bolsa para cadáveres tras el hundimiento del yate de lujo Bayesian, ocurrido tres días antes.Imagen: ALBERTO PIZZOLI/AFP/Getty Images

Insumergible

El «Bayesian» fue construido en 2008 por Perini Navi, un fabricante italiano de yates de lujo, y contaba con el mástil de aluminio más alto del mundo, de 72 metros. Sin embargo, los informes iniciales de que se rompió durante la tormenta fueron desmentidos.

Giovanni Costantino, CEO del grupo italiano Sea, propietario de Perini, afirmó que el yate era «uno de los barcos más seguros del mundo» y prácticamente insumergible. Sostuvo que el hundimiento se debió a una cadena de errores humanos, dado que la tormenta era esperada. Según Costantino, si la tripulación hubiera cerrado todas las puertas y escotillas, encendido el motor, levantado el ancla, arriado la quilla y girado el yate de cara al viento, no habría sufrido daños. 

Agregó que los datos mostraban que el yate tardó 16 minutos en hundirse desde que el viento comenzó a azotarlo y el agua empezó a entrar. 

Hasta ahora, ni el capitán ni la tripulación han comentado públicamente sobre el desastre, y los intentos de Reuters por contactarlos han sido infructuosos.

DW, FEW (Reuters, The Guardian)

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