«Todas las personas que han hecho esto serán castigadas», indicó el presidente de Brasil en un mensaje televisado
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció la intervención federal de Brasilia para detener la invasión de los manifestantes, partidarios del ex mandatario Jair Bolsonaro, y «garantizar la seguridad pública» luego de la ocupación de sedes gubernamentales en Brasilia.
«Todas las personas que han hecho esto serán castigadas», aseguró el presidente en un mensaje televisado dirigido a la población, donde también sostuvo: «Vamos a descubrir quienes son los financiadores de estos vándalos».
Lula recordó que «la izquierda brasileña tiene gente muerta, y nunca un partido de izquierda invadió el Congreso o el Planalto. Esto no tiene precedentes en la historia de este país».
El presidente, a una semana de su asunción, encabezó de manera virtual una reunión de emergencia con algunos de sus ministros ante la invasión del Palacio del Planalto, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema). Posteriormente, anunció la decisión de llevar adelante una intervención federal de Brasilia.
La Policía recuperó el control del Tribunal Supremo sobre las 17 (la misma hora en Argentina), aunque todavía había manifestantes en el Congreso y en el Palacio de Planalto.
El gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, aliado de Bolsonaro, echó de su cargo al secretario de Seguridad, Anderson Torres, a quien atribuye la responsabilidad por las manifestaciones.
Policías de Brasilia fueron filmados inactivos ante el avance de los golpistas para ocupar los edificios públicos. La tropa de choque comenzó a reprimir con gases a los manifestantes cuando ya habían vandalizado el interior del Planalto, el Congreso y el STF.
Lula se encuentra en Araraquara, en el interior de São Paulo, adonde acudió para ver los problemas causados por las recientes lluvias.