En respuesta a los recientes dichos del presidente Javier Milei en el Foro de Davos, la comunidad LGBT+ salió a las calles en diversas provincias argentinas para exigir respeto por sus derechos y rechazar los discursos de odio. Tucumán no fue la excepción: cientos de personas se movilizaron en la capital provincial en el marco de la “Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista”.
La convocatoria tucumana comenzó a las 18 en Plaza Urquiza y finalizó en Plaza Independencia, donde los manifestantes, con pancartas y banderas multicolores, dejaron en claro su mensaje: “Al clóset no volvemos”. La jornada fue organizada por diversas agrupaciones vinculadas a la diversidad y los derechos humanos, y contó con la participación de ciudadanos autoconvocados que manifestaron su preocupación ante un posible retroceso en las conquistas logradas por la comunidad LGBT+.

Las movilizaciones se gestaron luego del discurso de Milei en Davos, donde vinculó la homosexualidad con el abuso infantil al mencionar un caso judicial en Estados Unidos. “En sus versiones más extremas, la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil. Son pedófilos”, afirmó el mandatario, generando un fuerte rechazo en distintos sectores de la sociedad.
Además, días después, su jefe de Gabinete, Guillermo Francos, sostuvo que “de las puertas de la casa para adentro, cada uno puede hacer lo que le parezca”, lo que fue interpretado como un intento de limitar la presencia de la comunidad LGBT+ en el ámbito público.
Estas declaraciones encendieron las alarmas y motivaron la organización de la marcha, que se replicó en distintas ciudades del país, incluyendo Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Tucumán.

“Queremos igualdad, no solo tolerancia”
En la Ciudad de Buenos Aires, la convocatoria fue multitudinaria. Miles de personas se concentraron en la Plaza de Mayo y sus alrededores con consignas como “Siempre trolo, nunca troll”, “Al clóset no volvemos nunca más” y “Quiero amar en mi casa y en la calle”.

Entre los asistentes estuvo Cristina, de 82 años, quien junto a su esposo Armando se sumó a la marcha para defender los derechos de la comunidad LGBT+. “Venimos para que a nadie se le ocurra sacarle derechos a nadie. Ni a la comunidad LGBT, ni a las mujeres, ni a los jubilados, ni a nadie”, sostuvo.
En Tucumán, el reclamo fue el mismo. Soledad, una de las manifestantes, expresó su preocupación ante la creciente violencia discursiva contra las diversidades. “No queremos solo que nos toleren. Queremos igualdad, vivir en libertad, puertas adentro y puertas afuera, en la calle, en el trabajo, en el supermercado y en el subte. Es un derecho, no un privilegio”, afirmó.
La manifestación se desarrolló sin incidentes y sin presencia de fuerzas de seguridad federal. El mensaje de los asistentes fue claro: la comunidad LGBT+ no está dispuesta a dar un paso atrás en la lucha por sus derechos.