El Mercado Agroganadero de Cañuelas registra alza de precios en un contexto de menor demanda y oferta limitada
A partir de este lunes, los precios de la carne vacuna aumentarán entre un 5% y un 10% en Argentina. Esta suba, registrada durante tres días consecutivos en el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG), se debe a la reducción en la oferta de ganado. Según Miguel Schiariti, titular de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), “se consolidó el precio de hacienda en pie y veremos si el público convalida ese aumento en los mostradores.”
En un contexto de menor disponibilidad de ganado, los frigoríficos ya aplicaron un incremento del 7% en las últimas semanas, que comenzó a reflejarse en algunas carnicerías. Frente a la disyuntiva de trasladar estos costos a los consumidores o absorberlos, los carniceros se enfrentan al desafío de mantener la clientela en medio de una caída histórica en el consumo de carne vacuna.
Cambios en la dieta argentina
Los hábitos alimenticios en Argentina están cambiando. Aunque el país sigue siendo uno de los mayores consumidores de carne a nivel global, por primera vez en la historia se consumió más pollo que carne vacuna. En 2024, el consumo promedio por habitante fue de 49,3 kg de productos avícolas frente a 48,5 kg de alimentos bovinos, el nivel más bajo de las últimas tres décadas según datos de CICCRA.
Entre 1950 y 1980, el consumo promedio de carne vacuna alcanzaba los 84 kg por persona, una cifra que contrasta con la actual tendencia hacia carnes aviares y porcinas. Aún así, sumando las tres principales categorías de carne (bovina, aviar y porcina), Argentina se mantiene como el segundo mayor consumidor a nivel mundial con 115 kg per cápita, sólo detrás de Estados Unidos (120 kg) y por delante de Australia (105 kg).

Perspectivas hacia 2025
Las proyecciones para 2025 no son alentadoras: la oferta de ganado podría seguir disminuyendo debido a las sequías, lo que mantendría la presión sobre los precios en los mostradores. En este escenario, las carnicerías deberán ser estratégicas al fijar precios, buscando un equilibrio entre sostener sus márgenes y no ahuyentar a los consumidores, cada vez más inclinados hacia alternativas más económicas como el pollo y el cerdo.