Mike Tyson volverá a subirse al cuadrilátero en 2026 para enfrentar a Floyd Mayweather Jr. en una pelea de exhibición que promete ser histórica. A punto de cumplir 60 años, el ex campeón mundial de peso completo sorprendió al mundo del boxeo con esta decisión, que responde tanto a razones personales como económicas.
En una entrevista con NBC, Tyson reveló una conversación íntima con su hijo de 14 años, quien le preguntó por qué volvía a pelear. “Porque soy el mejor que jamás haya hecho esto. Por eso. No lo entendió, pero le dije: ‘Tengo que hacerlo, es lo único que sé hacer’”, confesó. La frase resume su vínculo profundo con el boxeo, una disciplina que marcó su vida desde la adolescencia.
El combate, aún sin sede ni fecha confirmada, reunirá a dos leyendas en un evento que despierta enorme expectativa. Tyson ya había regresado en 2024 para enfrentar a Jake Paul, y aunque perdió por decisión unánime, demostró que sigue siendo una figura central en el deporte.
Además del amor por el boxeo, Tyson admitió que la motivación económica fue clave. “Gané más dinero a los 50 que a los 20. El dinero no significa nada, pero puedo cuidar de la gente que quiero”, explicó. Las bolsas actuales, mucho más lucrativas que en su época dorada, le permiten asegurar el bienestar de sus seres queridos.
Su vida personal ha estado marcada por una lucha constante contra las adicciones. Tyson reconoció el uso de fentanilo, cocaína y alcohol durante su carrera, y relató episodios de consumo incluso antes de combates importantes. En la actualidad, mantiene un vínculo con el cannabis y los alucinógenos, y ha convertido esa relación en un negocio rentable: Tyson Ranch, su empresa dedicada a la venta de marihuana, factura más de USD 500.000 mensuales.
El regreso de Tyson no es solo un evento deportivo, sino también una historia de persistencia, redención y búsqueda de sentido. A pesar de los excesos y las caídas, sigue siendo una figura que despierta admiración y curiosidad. Y como él mismo dijo: “Nada es casualidad. Es lo único que sé hacer.”
