El presidente, Javier Milei, detalló sus planes para las reformas de «segunda generación», que se centrarán en los ámbitos tributario y laboral. El objetivo, según afirmó en una conversación con un prestigioso medio inglés, es posicionar a Argentina como «el país más libre del mundo».
En una entrevista publicada por «The Free Press», el mandatario dialogó con el historiador británico Niall Ferguson. Durante el extenso intercambio, Milei analizó su visión del país al asumir el cargo, trazó los objetivos de su gestión y no descartó la posibilidad de buscar la reelección.
Crítica a la clase política y metas de gestión
Al inicio de la charla, Milei no ahorró críticas hacia la dirigencia argentina: «Siempre pensé que los políticos eran horribles y despreciables, pero la realidad es que son mucho peor», sentenció.
Respecto a sus aspiraciones para el país, el jefe de Estado fue contundente. «Convertirnos en el país más libre del mundo». Para alcanzar esta meta, identificó las reformas de «segunda generación» como la fiscal, la laboral y una mayor apertura comercial al mundo.
Detalló que la estrategia consiste en reducir impuestos, fomentar un mercado más competitivo y, como consecuencia, generar «nuevos puestos de trabajo con mejores salarios» y lograr una «apertura de la economía sin generar desempleo».
Análisis económico y social
Milei también ofreció un panorama de la situación económica actual. Afirmó que en el primer trimestre de 2025 la economía experimentó un crecimiento del 5,7%, con una proyección cercana al 8% para el segundo trimestre.
Enfatizó además una significativa mejora social. «La tasa de pobreza bajó más de 22 puntos porcentuales; hemos sacado a unos 11 millones de personas de la pobreza y 2 millones de niños ya no son pobres», afirmó.
Visión geopolítica y alineamientos internacionales
En el ámbito internacional, el Presidente resaltó la importancia de comprender la geopolítica más allá de la teoría económica. Proyectó un escenario mundial dividido en dos grandes bloques: Estados Unidos liderando las Américas, China el continente asiático, y Rusia actuando de manera independiente. Sobre Europa, observó una situación «compleja» debido a lo que describió como «la contaminación intelectual del wokeismo».
Finalmente, Milei defendió su política exterior y su estrecho vínculo con Israel, al que considera un referente de los valores del capitalismo y la cultura judeocristiana. «Nuestro estándar de acción en política pública está basado en la moralidad y en la ética judeocristiana», concluyó.

