El Partido Justicialista (PJ) convocó a una multitudinaria movilización este miércoles en respaldo a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, tras el inicio de su condena judicial. La convocatoria principal tendrá lugar desde las 14 en la Plaza de Mayo, y se espera la participación de al menos 300.000 personas de todo el país. La Confederación General del Trabajo (CGT) adhirió a la convocatoria y dejó en libertad de acción a sus gremios para definir medidas de fuerza.
Durante la reunión del Consejo del PJ, encabezada por el senador José Mayans, se terminaron de delinear los detalles del acto. Participaron gobernadores como Axel Kicillof (Buenos Aires), Ricardo Quintela (La Rioja), Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Sergio Ziliotto (La Pampa), mientras que otros mandatarios se sumaron de forma remota. El gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, no estuvo presente.
Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes e integrante de La Cámpora, confirmó que la manifestación será pacífica y con un fuerte contenido político. “Cristina es inocente. La situación del país es crítica, y hay mucho por lo que manifestarse”, aseguró.
Mayans, por su parte, defendió el derecho de la ex mandataria a continuar en la vida política y criticó el fallo de la Corte Suprema. “Queremos que no haya proscripción. La Justicia actuó prudentemente con la prisión domiciliaria, pero no estamos conformes”, afirmó. Inicialmente, la marcha tenía previsto llegar hasta los tribunales de Comodoro Py, pero esa etapa fue cancelada al retirarse la obligación judicial para que Cristina se presentara en persona.
El dirigente Agustín Rossi destacó la alta sensibilidad de los militantes y anticipó una jornada masiva: “Nuestra gente quiere expresarse, va a ser una movilización popular de aquellas”. En paralelo, la CGT emitió un comunicado en el que se solidariza con la ex presidenta y convoca a gremios y trabajadores a sumarse. También habilitó a los sindicatos a adoptar medidas de fuerza de manera autónoma.
La manifestación se realizará en un clima político tenso, con críticas cruzadas entre sectores del oficialismo y la Justicia, y con el foco puesto en el rol que Cristina Fernández de Kirchner aún ocupa en el mapa político argentino.

