Este jueves, Nicolás Maduro juró ante la Asamblea Nacional como presidente de Venezuela, iniciando un nuevo mandato de seis años en un ambiente marcado por la polarización política y la controversia en torno a los resultados de las elecciones. La ceremonia se desarrolló en medio del rechazo de la oposición y movilizaciones ciudadanas que denuncian irregularidades en el proceso electoral.

El acto contó con la presencia de delegados de 125 países, incluido un enviado especial del presidente chino Xi Jinping, en un gesto que reafirma los lazos internacionales del gobierno chavista. Durante su discurso de juramentación, Maduro reafirmó su lealtad al legado de Hugo Chávez y prometió gobernar «por su vida y por la patria». Mientras tanto, miles de seguidores del oficialismo se concentraron en las afueras del Parlamento y en diversas zonas del centro de Caracas en apoyo al mandatario.

Por su parte, la oposición continúa cuestionando la legitimidad del proceso electoral, asegurando que el verdadero ganador de los comicios fue el candidato Edmundo González. A pesar de tener una orden de detención en su contra, González regresó al país y declaró su intención de asumir el cargo, lo que añadió tensión al evento.La jornada también estuvo marcada por el arresto temporal de la líder opositora María Corina Machado, quien fue liberada horas después. Machado prometió ofrecer declaraciones en las próximas horas, en medio de un clima de incertidumbre y protestas por parte de sectores que exigen un cambio político.

El respaldo internacional hacia el gobierno de Maduro contrasta con el creciente aislamiento de su administración en el hemisferio occidental, donde varios países han expresado su rechazo al resultado electoral. No obstante, el apoyo de potencias como China y Rusia consolida la estrategia diplomática del chavismo frente a la presión internacional.

Mientras tanto, Venezuela sigue enfrentando desafíos internos que incluyen una severa crisis económica, el descontento social y la necesidad de superar las divisiones políticas. En este contexto, el inicio del nuevo mandato de Maduro promete ser un periodo cargado de incertidumbre, tanto para el país como para la región.