Algunos analistas consideran que el hecho de que las naciones árabes ayudaran a Israel y a Estados Unidos a repeler el gran ataque iraní es motivo de celebración.
Irán lanzó más de 300 aviones no tripulados y misiles contra Israel el sábado por la noche, en represalia por un presunto ataque israelí contra su embajada en Damasco a principios de abril. Cuando los misiles y los drones se dirigían a su objetivo, los aliados de Israel intervinieron para ayudar.
Las fuerzas aéreas de Estados Unidos y Reino Unido participaron en el derribo de las amenazas aéreas. Pero lo que atrajo mucha atención fue el hecho de que la fuerza aérea jordana también intervino para ayudar. «Los Estados del Golfo, incluida Arabia Saudita, podrían haber desempeñado también un papel indirecto, ya que albergan sistemas occidentales de defensa aérea y aviones de vigilancia y reabastecimiento que habrían sido vitales para el esfuerzo», señaló la publicación británica The Economist.
En Internet, algunos comentaristas, como Anshel Pfeffer, que escribe para el diario israelí Haaretz, y Mairav Zonszein, del International Crisis Group, se apresuraron a celebrar la participación árabe. Dijeron que demostraba que árabes e israelíes podían trabajar juntos y que Israel no estaba solo en Oriente Medio.
«Los ataques de Irán también suscitaron un nuevo apoyo internacional a Israel, incluido el de Estados árabes críticos con la ofensiva en Gaza que, sin embargo, apoyaron la respuesta militar israelí a los ataques con drones», confirmó el domingo en un comunicado Julien Barnes-Dacey, director del programa para Oriente Medio y el Norte de África, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.
Jordania, por ejemplo, se ha mostrado muy crítica con la campaña militar de Israel en Gaza. Una de cada cinco personas en Jordania es de ascendencia palestina, incluida la propia reina del país. Pero, al mismo tiempo, Jordania comparte frontera con Israel, es el guardián de la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén y colabora habitualmente con las autoridades israelíes, aunque a menudo entre bastidores.
Jordania y Arabia Saudita, en un difícil equilibrio
Las autoridades jordanas, que también consideran a Estados Unidos un importante aliado, deben equilibrar todos esos intereses contrapuestos, su estabilidad política y su propia autodefensa. Jordania se apresuró a decir que, al ayudar a Israel, en realidad se estaba defendiendo a sí misma.
Arabia Saudita es otro país que ha tenido que equilibrar sus propios intereses, alianzas internacionales y realpolitik con las apariencias en torno al conflicto de Gaza. El rico Estado del Golfo estaba a punto de normalizar sus relaciones con Israel antes de los ataques del 7 de octubre. Pero después de que Israel lanzara su campaña militar en Gaza, esos planes quedaron en suspenso.
Antiguo conflicto entre Irán y el Golfo
Tanto si intervinieron a favor de Israel durante el fin de semana como si no, los sauditas tienen otras razones para estar dispuestos a derribar misiles iraníes. La región lleva décadas dividida por líneas religioso-sectarias, con los Estados árabes del Golfo y sus poblaciones de mayoría musulmana suní enfrentados a Irán, de mayoría musulmana persa chií.
Países como Irak, Siria y Líbano, cuyas poblaciones son una mezcla de musulmanes chiíes y suníes, así como de otras religiones y etnias, se han visto atrapados en medio, ya que tanto Irán como los Estados del Golfo han intentado aumentar su influencia en ellos.
Aquí es donde entran en juego los llamados «apoderados» de Irán. Este grupo incluye organizaciones musulmanas chiíes a las que Irán apoya financiera, militar, logística e incluso espiritualmente. Los rebeldes hutíes de Yemen, las milicias conocidas como Fuerzas de Movilización Popular en Irak y el grupo político y militar Hezbolá en Líbano son todos miembros de esta alianza patrocinada por Irán. Hamás también cuenta con el apoyo de Irán, pero es una excepción, ya que en realidad es musulmán suní, como la mayoría de los palestinos.
Estos grupos dispararon cohetes hacia Israel desde Yemen, Siria e Irak, como parte de la ofensiva iraní, el fin de semana. «Para los actores regionales, en particular Arabia Saudita y Jordania -que supuestamente han interceptado drones iraníes- el argumento será que están salvaguardando su espacio aéreo», argumentó Masoud Mostajabi, subdirector de los Programas de Oriente Medio del Atlantic Council, con sede en Estados Unidos.
«Sin embargo, si los ataques de esta noche se intensifican y desembocan en un conflicto más amplio entre Israel e Irán, los actores regionales percibidos como defensores de Israel pueden encontrarse en el punto de mira y verse arrastrados a la conflagración regional […] Dados los incentivos en juego, es probable que los líderes regionales se vean motivados a actuar entre ambas partes para poner fin a esta confrontación», prevé.
Cathrin Schaer – DW, (mn/rml)