Desde el balcón de San Pedro, el nuevo pontífice agradeció a sus hermanos cardenales, recordó a Francisco y saludó en español a su diócesis de Chiclayo, en Perú.
León XIV pronunció su primer discurso como Sumo Pontífice desde el balcón central de la basílica de San Pedro, apenas una hora después de su elección como sucesor de Francisco. El mensaje, en su mayoría en italiano, incluyó un emotivo pasaje en español dirigido a su antigua diócesis en Chiclayo, Perú.
“La paz esté con todos vosotros”, comenzó el papa León XIV, evocando el saludo de Cristo resucitado. Habló de una “paz desarmada y desarmante”, que nace de Dios y que debe estar presente en todas las familias, pueblos y naciones del mundo. En su discurso, recordó al papa Francisco y su bendición de Pascua, a la que definió como una inspiración para continuar su camino pastoral.
León XIV se presentó como un “hijo de San Agustín”, destacando su identidad como agustino, y citó una frase emblemática del santo: “Con vosotros soy cristiano, y para vosotros obispo”.
En un momento destacado, ofreció un saludo en español: “Una palabra, un saludo a todos aquellos y en modo particular a mi querida diócesis de Chiclayo, en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto, tanto para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo”.
También enfatizó su deseo de una Iglesia sinodal, misionera y abierta, capaz de construir puentes mediante el diálogo y la acogida. “Queremos ser una Iglesia que camina, que busca la paz, la caridad y que esté siempre cerca de los que sufren”, expresó.
Al final de su discurso, hizo una invocación mariana, recordando que el día coincidía con la celebración de la Súplica a Nuestra Señora de Pompeya. Invitó a rezar juntos por su nueva misión, por la Iglesia y por la paz en el mundo. Concluyó con el rezo del “Dios te salve, María”, recitado en voz alta desde el balcón.