Desde la Asociación de Productores del Norte (Apronor), se ha advertido sobre la compleja situación que atraviesa el sector agropecuario en Tucumán y zonas aledañas. En diálogo con Radio Dinámica, el presidente de la entidad, Hugo Meloni, expuso las dificultades que han sido generadas tanto por factores climáticos como por el esquema impositivo vigente.
Si bien las heladas registradas en los últimos días no provocaron daños generalizados en cultivos como la soja o el maíz —que ya han sido cosechados en su mayoría—, se reconoció que su impacto se sintió en sectores específicos como el poroto y la caña de azúcar. Sin embargo, fue considerado positivo el efecto del frío en la reducción de plagas como la chicharrita del maíz, que el año pasado ocasionó fuertes pérdidas.
“No ha sido tan grave como se esperaba. Incluso, el frío ha ayudado en ciertos casos”, aseguró Meloni.
En relación con otros cultivos, se aclaró que los cítricos pueden verse más afectados por el descenso térmico, aunque desde Apronor no se profundizó en ese rubro por no ser su especialidad. En cuanto a la ganadería, se explicó que si bien no atraviesa un buen momento, actualmente la situación es estable, tras meses de fuertes desequilibrios.
No obstante, el eje central de la preocupación expresada por Meloni fue el impacto de las retenciones y la presión fiscal sobre los productores del norte argentino. “El sistema impositivo y las retenciones son un frío más cruel que el climático”, advirtió. Según explicó, el modelo productivo en esta región es menos rentable que en la zona pampeana y se ve afectado por condiciones climáticas irregulares, altos costos operativos y un dólar planchado.
“Ya van más de 20 años soportando las retenciones, y el productor está extenuado”, denunció.
“Hay quienes sembraron sabiendo que iban a perder, solo para no abandonar los campos”, agregó.
La realidad es crítica: los costos de producción han subido por el encarecimiento de insumos, combustible y mano de obra, mientras que los ingresos no alcanzan a cubrir las deudas acumuladas tras campañas fallidas. Además, se remarcó que la mayoría de los productores tienen campos alquilados o trabajan con insumos adquiridos a crédito, profundizando aún más el endeudamiento.
En ese sentido, Meloni desmintió un mito recurrente en el discurso oficial:
“El productor no retiene los granos esperando el mejor precio. Los entrega apenas cosecha porque necesita pagar deudas. El que define cuándo se liquida es la cerealera, no el productor”, explicó.
A todo esto, se suman los riesgos climáticos que en el norte son más frecuentes. Al depender casi exclusivamente de la lluvia natural —ya que no se dispone de sistemas de riego extendido—, la inversión en una campaña puede perderse completamente sin previsión alguna.
“Se invierte sin saber qué se va a obtener. El campo tiene mucho riesgo y casi nada de rentabilidad”, resumió el titular de Apronor.
Finalmente, Meloni pidió que se revea la política fiscal aplicada al campo del norte argentino, y que se reconozca la diferencia estructural con otras regiones más favorecidas. “El norte no da más”, concluyó.