InicioDeportesProteger el desafío y la montaña: el compromiso detrás del Trasmontaña

Proteger el desafío y la montaña: el compromiso detrás del Trasmontaña

El Trasmontaña no es solo una carrera. Es una experiencia que combina pasión, esfuerzo, naturaleza y un compromiso colectivo por cuidar cada detalle: desde el terreno hasta los protagonistas. La competencia, que en esta edición reunirá a más de 3.000 bikers, requiere una logística que comienza mucho antes de que se largue y no termina cuando se baja la última bandera a cuadros.

Seguridad, trabajo en equipo y prevención

Uno de los pilares de esta organización es la seguridad. En ese frente aparece Ángel Aguilar, jefe del cuartel de Bomberos Voluntarios de Tafí Viejo, un actor clave que junto a su equipo cubre estratégicamente la carrera. Convocados por los organizadores Alexander Kachurovsky y Pablo Rosales, los bomberos no solo garantizan asistencia inmediata, sino también limpieza y contención emocional durante toda la jornada.

“Tenemos unas 70 personas afectadas. Habrá 22 puestos con dos bomberos cada uno, cada rescatista contará con camilla espinal y kit de primeros auxilios. También tendremos seis unidades de rescate, cinco motos enduro en la senda y tres bases de comunicación ubicadas en puntos clave como El Telégrafo, el Maciel y la Cueva de los Chanchos”, explicó Aguilar.

Además, habrá efectivos apostados en zonas de difícil acceso, y puntos de control donde se registrará el paso de los ciclistas para informar a los espectadores cómo avanza la carrera. Todo se monitorea desde un puesto de comando central.

La montaña como aliada, no como víctima

El respeto por el entorno natural es otro de los ejes del Trasmontaña. La demarcación del circuito, a cargo de Luis Gálvez, se diseñó con cambios que elevan el nivel físico sin afectar los tiempos de carrera ni el ecosistema.

“Ya no usamos cintas. Las reemplazamos por carteles para evitar que los animales las coman o la gente las tire”, explicó Kachurovsky. Además, en los puestos de abastecimiento se entregará agua en vasos en lugar de botellas, y habrá tachos de basura estratégicamente ubicados.

“Lo que se lleva a la senda, debe volver de la senda”, repiten como mantra desde la organización. Esta conciencia también está presente en los Promotores Ambientales de la Comuna de Raco, quienes el día de la carrera colaborarán con la recolección de residuos.

Documentación, permisos y control

Desde la comuna, Marcos Avellaneda explicó los requisitos que se cumplen para garantizar que el evento no genere inconvenientes: autorización de Seguridad Deportiva, permisos policiales, informes de impacto ambiental, seguros para corredores y espectadores, autorización del Siprosa, plan de contingencia junto a Bomberos y Guardia Urbana para los cruces en ruta.

La mirada de los protagonistas

A pesar del esfuerzo organizativo, algunos ciclistas aún descuidan el entorno. “Falta mucha educación, sobre todo en los que debutan”, opinó Carlos Apud, histórico participante. Su compañero Francisco Rial agregó: “La gente debe entender que si no les ocupa lugar, pueden levantar residuos, aunque no sean suyos”.

Karina Ayunta, que correrá en Master C junto a Gabriela Herrera, compartió una solución práctica: “Consumo entre seis y siete geles. Los llevo en el cuadro de la bici con cinta aisladora. Es cómodo y no genera residuos”.

“Yo los abro y me los guardo en el bolsillo de la camiseta. No lleva ni 10 segundos. Si no puedo, le pido a alguien que los junte”, cerró Antonio Quesada, quien participará junto a Gonzalo Caram en una nueva edición del Trasmontaña.

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