Los Labubu se convirtieron en el fenómeno de coleccionismo más adorable y viral del 2025. Estos pequeños monstruos peludos, con ojos pícaros y sonrisas traviesas, están presentes en mochilas, escritorios y redes sociales de chicos y grandes por igual. Originarios de Hong Kong, nacieron de la creatividad del ilustrador Kasing Lung y se popularizaron gracias a Pop Mart, una compañía especializada en figuras coleccionables con formato de “caja sorpresa”. Detrás de su ternura hay una historia mágica. Los Labubu pertenecen a una tribu ficticia llamada “Los Monstruos”, y cada uno tiene una personalidad distinta, con disfraces, accesorios y poses únicas. La colección comenzó en 2019 con una primera serie y desde entonces no dejó de sumar fanáticos, incluyendo a celebridades y streamers. Uno de los mayores atractivos es justamente la forma en la que se venden: no se sabe cuál muñeco tocará hasta abrir la caja, lo que genera expectativa, emoción y una fuerte comunidad de intercambio. Esta modalidad impulsó a los Labubu al centro de la cultura pop actual, con millones de vistas en videos de TikTok que muestran “el momento de la revelación”. La demanda es tan alta que en muchas tiendas físicas y virtuales los muñecos se agotan apenas llegan. Aunque hay versiones originales más costosas, también se consiguen réplicas accesibles que permiten a más personas sumarse a la tendencia. Según registros recientes de Google Trends, la palabra “Labubu” alcanzó su pico histórico de búsquedas, posicionándolos como uno de los productos más virales y codiciados del año. Lejos de ser solo un peluche, Labubu se transformó en un símbolo de ternura, nostalgia y creatividad que atraviesa edades y fronteras.