Después de semanas de especulaciones y un extenso debate de más de seis horas, el Senado de la Nación rechazó el proyecto de ley conocido como “Ficha Limpia”, que prohibía que personas con condena firme por delitos contra la administración pública se postulen para cargos partidarios o electivos. La votación fue de 36 a favor y 35 en contra, pero al requerirse mayoría agravada (más de 37 votos), la iniciativa no prosperó.

El rechazo desató una ola de declaraciones y cuestionamientos desde el oficialismo. El jefe del bloque de La Libertad Avanza, Ezequiel Atauche, acusó a senadores de «darse vuelta» en el último momento y afirmó que «la casta nos impidió avanzar con una ley que pedía la sociedad».

El presidente Javier Milei reaccionó desde sus redes sociales calificando la decisión como “lamentable” y cerrando su mensaje con un escueto “Fin”. También se expresaron en ese sentido Manuel Adorni y Patricia Bullrich, quienes hablaron de encubrimiento a los corruptos y señalaron que seguirán insistiendo con la propuesta.

Desde Tucumán, la senadora Beatriz Ávila votó a favor del proyecto y afirmó que era una demanda legítima de los ciudadanos. “La alternativa es honestidad o corrupción. No se puede seguir postergando esta discusión”, dijo.

En cambio, Silvia Sapag, de Unidad Ciudadana, denunció que la iniciativa abre la puerta a proscribir candidatos a través de causas judiciales manipuladas. “Es fácil con este Poder Judicial crear causas falsas y eliminar adversarios políticos”, advirtió. También se opuso Eduardo “Wado” de Pedro, quien calificó el proyecto como parte de “un método mafioso de persecución política” apoyado por medios y sectores judiciales.

La derrota legislativa dejó expuesta la fractura entre bloques y dejó en evidencia el peso de los senadores misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, que votaron en contra del oficialismo y fueron clave para el resultado.