El Clausura comenzó para River con una certeza: tiene con qué ilusionarse. En su estreno en el certamen, el equipo de Marcelo Gallardo venció 3 a 1 a Platense en un partido con ritmo, emociones y varios nombres propios para destacar. Facundo Colidio, con un golazo, Maximiliano Salas, que convirtió en su debut, y Miguel Borja marcaron los tantos del triunfo ante un rival que nunca se resignó, pero pagó caro sus errores defensivos.
A los seis minutos del primer tiempo, Colidio sacó a relucir su mejor versión: desborde por izquierda, enganche hacia el centro y derechazo letal al ángulo. Un gol de esos que levantan a la tribuna y al equipo. Platense reaccionó bien: a los 23’, Ronaldo Martínez aprovechó un descuido defensivo y de cabeza estampó el 1-1 parcial. El «Más Monumental» sintió el golpe, pero River no bajó los brazos.
Antes del entretiempo, llegó el momento del debut y del desahogo. «Maxi» Salas, recién llegado y titular en el arranque, se filtró en el área y definió de zurda tras un gran centro rasante de Colidio. Gol y abrazo colectivo. Salas, con la camiseta de River, empezaba a escribir su historia.
En el complemento, River manejó el partido con cierto control, aunque Platense tuvo su momento: Guido Mainero estuvo cerca del empate, pero Enzo Pérez salvó con una barrida clave. La más clara, sin embargo, fue otra vez para el local: Colidio casi anota su segundo de cabeza tras un córner, pero Juan Pablo Cozzani lo evitó con una gran atajada.
Con uno más, River pudo cerrar el partido sin problemas
El partido se empezó a quebrar definitivamente a los 30 minutos del segundo tiempo, cuando Marcos Portillo vio la roja directa tras un codazo a Gonzalo Montiel, sancionado a instancias del VAR. Con uno más, River se dedicó a administrar la ventaja y cerró con autoridad y un gol de Borja, con el tiempo cumplido, un triunfo valioso.
Además de los goles, el equipo mostró pasajes de buen juego y firmeza en el fondo, con momentos destacados de Enzo Pérez y buenos ingresos desde el banco. Fue un triunfo merecido, sin sobrarle demasiado, pero con señales claras de que este River tiene con qué competir.
El Clausura apenas comienza, pero en Núñez ya se respira otra vez ese aire de ilusión. Ganar el primer partido no resuelve nada, pero siempre ayuda a marcar el rumbo. Y River lo hizo con decisión.
