Luego de una jornada electoral intensa y de múltiples versiones sobre cruces dentro del oficialismo, la intendenta de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla, realizó un balance político de los resultados en la capital y reivindicó el trabajo de su equipo.
“Ganamos a nivel provincial y eso es lo importante. En la capital mejoramos la performance: antes teníamos 15 o 16 puntos de diferencia y ahora se redujo a 3,6. Eso muestra que estamos en el camino correcto”, sostuvo en diálogo con LA GACETA.
Chahla reconoció que el peronismo debe hacer autocrítica, pero advirtió que “siempre se mide con distinta vara” al movimiento justicialista. “Las cosas gravísimas que ocurrieron en el último tiempo, si las hubiese hecho el peronismo, habría una crisis institucional. Tenemos que medir con la misma vara”, expresó.
Consultada por las versiones de un enfrentamiento con el gobernador, Osvaldo Jaldo, la intendenta fue tajante. “Respeto al gobernador. No hay ninguna pelea. Las operaciones políticas atrasan y la gente está cansada de eso. A mí me enseñaron que la palabra vale y se cumple”.
Además, descartó tensiones internas por su visibilidad y proyección. “No soy traicionera ni especuladora. Salgo a la calle, camino, escucho a los vecinos. Quizás mi forma de hacer política es distinta, pero siempre de frente”, remarcó.
Para Chahla, la prioridad ahora es “seguir construyendo vínculos, fortalecer la gestión y recuperar la confianza de los vecinos”. “El fuego amigo es peor que el enemigo, pero lo importante es que Tucumán Primero ganó, y eso se logró con trabajo y convicción”, concluyó.

