San Martín de Tucumán cerró su participación en el torneo con una derrota que dejó más interrogantes que certezas. En una noche fría y ventosa en el oeste bonaerense, el equipo dirigido por Mariano Campodónico se despidió del Reducido tras empatar sin goles ante Deportivo Morón, resultado que no le alcanzó para avanzar.La expulsión de Federico Murillo marcó un punto de quiebre en el partido. El equipo tucumano, que hasta entonces mostraba mayor claridad que su rival, se vio obligado a replegarse y perdió el control del juego. La reacción airada de Campodónico ante el cuarto árbitro derivó en su propia expulsión, en el momento más delicado del encuentro.

El entrenador, que había asumido con la ilusión de encaminar al equipo, cerró su ciclo con un saldo negativo: dos victorias, cinco empates y cinco derrotas en doce partidos entre torneo y Copa Argentina. Su continuidad está en duda, aunque él mismo expresó su deseo de seguir al frente del plantel.En el segundo tiempo, San Martín no logró generar situaciones de peligro, a pesar de contar con varios jugadores ofensivos. Deportivo Morón, lejos de su mejor versión, tampoco supo aprovechar la superioridad numérica, lo que hizo aún más dolorosa la eliminación para los tucumanos.Tras el partido, el ambiente en el vestuario fue de profunda tristeza. Campodónico enfrentó a la prensa, mientras que la mayoría de los jugadores evitó hacer declaraciones. Matías García fue uno de los pocos que habló: “Nos vamos muy tristes porque la ilusión era muy grande”, expresó el volante central.

La eliminación deja al club sin objetivos deportivos a mediados de octubre, un golpe duro que anticipa semanas de definiciones y posibles cambios. El futuro de varios integrantes del plantel es incierto, y la dirigencia deberá evaluar cómo encarar la próxima temporada.