La Iglesia Católica celebra hoy a San Bernardino de Siena, predicador franciscano del siglo XV, y recuerda a más de una docena de santos y beatos por su testimonio de fe y caridad.
Este martes 20 de mayo, el santoral católico conmemora a San Bernardino de Siena, uno de los más destacados predicadores franciscanos del siglo XV, conocido por su fervor misionero y su devoción al Santísimo Nombre de Jesús.
Nacido en 1380 en Massa Marittima, Italia, San Bernardino quedó huérfano a temprana edad y fue criado por sus tíos. A los 22 años ingresó en la Orden de los Hermanos Menores, dedicando su vida a la predicación itinerante por toda Italia. Su elocuencia atraía multitudes y sus sermones marcaron a generaciones. Rechazó varias veces el nombramiento como obispo para continuar su labor evangelizadora. Falleció el 20 de mayo de 1444 en L’Aquila y fue canonizado en 1450 por el Papa Nicolás V.
Además de San Bernardino, el calendario litúrgico recuerda hoy a otras figuras veneradas por su ejemplo de fe:
- San Anastasio de Brescia: Obispo italiano del siglo V.
- Santa Áurea: Mártir cristiana del siglo III.
- San Austregisilo: Obispo de Bourges en Francia y fundador de monasterios.
- San Baudilio de Nimes: Mártir de la Galia romana.
- San Hilario de Toulouse: Obispo del siglo V.
- Santa Lidia de Tiatira: Primera conversa europea al cristianismo, mencionada en los Hechos de los Apóstoles.
- San Lucífero de Cagliari: Obispo italiano, defensor de la ortodoxia, exiliado por su fe.
- San Protasio Chong Kuk-bo: Mártir coreano del siglo XIX.
- San Talaleo: Mártir de la Iglesia primitiva en Asia Menor.
- San Teodoro de Pavía: Obispo italiano del siglo VIII.
- Beato Arcángel Tadini: Sacerdote y fundador de la Congregación de las Hermanas Obreras de la Santa Casa de Nazaret.
- Beata Columba de Perugia: Virgen y mística italiana del siglo XV.
- Beato Guido de Gherardesca: Noble italiano y miembro de la Orden de los Caballeros de San Juan de Jerusalén.
Este día invita a reflexionar sobre la vida de quienes, a lo largo de la historia, dedicaron su existencia a la fe, la caridad y el servicio a los demás.

