Un grupo de vecinos y comerciantes de la cuadra de Mendoza al 400, en pleno microcentro de San Miguel de Tucumán, denunció que desde hace más de tres años la calle y la vereda se hunden progresivamente. A pesar de los reclamos presentados ante la Municipalidad capitalina y la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT), aseguran que todavía no obtuvieron respuestas concretas.
“Esto empezó hace unos tres años. Primero se notó una leve inclinación en la vereda y después empezó a arrastrar parte de la propiedad”, contó Florencia, comerciante de la zona. “Hace dos años hubo una pérdida de agua de la SAT. Después de muchos reclamos, vinieron, la arreglaron y dejaron dos huecos. Desde entonces la calle sigue cediendo y la vereda se inclina cada vez más”, agregó.
En el lugar se pueden observar fisuras en el pavimento y una depresión visible en el centro de la calzada, donde suele acumularse agua cada vez que llueve. La situación se volvió más notoria esta semana, tras las lloviznas que dejaron al descubierto el desnivel del terreno.
Reclamos sin respuestas y peligro para los peatones
Los vecinos denuncian que el deterioro no sólo afecta la estética de la zona, sino que pone en riesgo a los peatones y a los conductores. “Acá se caen personas todos los días. Hace poco una señora de más de 80 años se tropezó, se golpeó la cabeza y se fracturó un brazo”, relató Florencia.
Los frentistas colocaron una escalera como señal de advertencia, para evitar accidentes y proteger los locales comerciales cuando llueve. “Cada vez que llueve se llena de agua, los autos pasan sin saber que hay un pozo y salpican a la gente y a los negocios. El agua incluso entra al local”, explicó.
Entre la SAT y la Municipalidad, una disputa por la responsabilidad
Según los testimonios, los vecinos realizaron múltiples reclamos tanto a la Municipalidad capitalina como a la SAT, pero las dos entidades se deslindan la responsabilidad. “Es una pelea entre ellos para ver a quién le corresponde el arreglo. Nadie se hace cargo, y mientras tanto el problema empeora”, lamentó la comerciante.
Los vecinos sospechan que el hundimiento está vinculado con cañerías subterráneas de agua o cloacas. “Creemos que hay una pérdida bajo la calle que está desplazando la tierra y provocando que todo se hunda”, señalaron.
Temor a un colapso mayor
La situación genera preocupación en la cuadra. “Tememos que pase lo mismo que ocurrió hace algunos años en Córdoba al 400, cuando un colectivo quedó atascado en un pozo”, advirtieron.
En tanto, el hundimiento continúa extendiéndose y podría agravarse con las próximas lluvias. Los vecinos piden una intervención urgente para evitar un colapso estructural y mayores daños en las viviendas y comercios.
“Ya vimos lo que pasa cuando nadie actúa a tiempo. Queremos una reparación definitiva, no parches con alquitrán”, reclamó Florencia.

