SURIN, Tailandia.- Los enfrentamientos en la frontera en la frontera entre Tailandia y Camboya pueden escalar en una guerra, tras dos días de mortales combates que dejaron 138.000 tailandeses desplazados.
Una disputa territorial de décadas derivó en hostilidades sin precedentes desde 2011 entre ambos reinos del sudeste asiático con la movilización de aviones de combate, artillería, tanques e infantería que inquietan a la comunidad internacional.
El Consejo de Seguridad de la ONU convocó una reunión de emergencia, ayer, en Nueva York, a pedido del primer ministro de Camboya, Hun Manet.
El primer ministro interino de Tailandia, Phumtham Wechayachai, advirtió que “si la situación se agrava podría derivar en una guerra, aunque por ahora sigue limitada a enfrentamientos”.
El ministro tailandés del Interior señaló que más de 138.000 civiles de las cuatro provincias fronterizas con Camboya, entre ellos 428 pacientes hospitalarios, fueron trasladados a refugios temporales.
Las autoridades tailandesas declararon la ley marcial en ocho distritos de la frontera con Camboya, anunció Apichart Sapprasert, comandante de la fuerza fronteriza en las provincias de Chanthaburi y Trat.
El balance de los enfrentamientos en Tailandia se elevó ayer a 15 muertos -un soldado y 14 civiles- y 46 heridos.
En su primer parte desde el estallido de las hostilidades, las autoridades provinciales de Camboya reportaron un muerto y cinco heridos.
Los combates se reanudaron en tres zonas, afirmó el ejército tailandés. Sin embargo, Nikorndej Balankura, portavoz de la cancillería de Tailandia, informó luego que los combates estaban disminuyendo y dijo que su país está dispuesto a negociar, con la mediación de Malasia.
Listos
“Estamos listos, si Camboya desea resolver este asunto a través de canales diplomáticos, bilateralmente, o incluso a través de Malasia, estamos listos para hacerlo. Pero hasta ahora no hemos tenido respuesta,“ indicó.
Actualmente, Malasia ocupa la presidencia temporal de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, de la que Tailandia y Camboya forman parte.
Aunque oficialmente el balance de víctimas en Camboya es bajo, periodistas de la agencia AFP vieron a cuatro soldados heridos y tres civiles recibiendo tratamiento en un hospital en la provincia de Oddar Meanchey.
Los soldados dijeron que resultaron heridos durante los combates del jueves, mientras que los civiles señalaron que fueron alcanzados por metralla.
En el municipio camboyano de Samraong, a unos 20 km de la frontera, se escucharon disparos lejanos de artillería el viernes por la mañana. Al escuchar esas detonaciones, familias con niños cargaron rápidamente sus pertenencias en sus coches y huyeron de la zona, mientras algunos soldados tomaban lanzacohetes y se dirigían rápidamente hacia la frontera.
“Vivo muy cerca de la frontera. Tenemos miedo porque empezaron a disparar de nuevo sobre las 6 de la madrugada”, explicó Pro Bak, un hombre de 41 años que lleva a su mujer y sus hijos a refugiarse a un templo budista. “No sé cuándo podremos volver a casa”, agregó.