El centro de Kiev vivió momentos de alta tensión este jueves cuando un dron ruso sobrevoló el Palacio Mariinskyi, donde el primer ministro británico, Keir Starmer, se reunía con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky. Las defensas antiaéreas ucranianas se activaron rápidamente, generando fuertes explosiones en un intento por neutralizar la amenaza.
El ataque coincidió con un histórico encuentro entre ambos mandatarios para firmar un acuerdo de cooperación bilateral por los próximos 100 años, enfocado en defensa, energía y comercio.
El evento fue interrumpido por las sirenas de alerta aérea y mensajes del alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, instando a los ciudadanos a buscar refugio.
El ataque y la respuesta en Kiev
Poco antes del incidente, la aviación ucraniana había detectado la aproximación de un dron enemigo desde el este de la capital, una táctica comúnmente empleada por Rusia para ataques con drones suicidas.
Aunque no quedó claro si el dron fue finalmente derribado, el sonido de los disparos y explosiones resonó en las cercanías del palacio presidencial, creando un ambiente de incertidumbre durante la reunión.
“La ambición de Putin de apartar a Ucrania de sus socios más cercanos ha sido un monumental fracaso estratégico”, declaró Starmer tras los hechos, subrayando el compromiso inquebrantable del Reino Unido con Ucrania.
Un acuerdo histórico
A pesar de la amenaza, la reunión continuó y culminó con la firma de un acuerdo calificado como «histórico» por ambas partes. Según un comunicado de Downing Street, este pacto busca “garantizar que Ucrania esté en la posición más fuerte posible durante el año 2025” y profundizar los lazos de cooperación en beneficio de futuras generaciones.
Además, Starmer anunció un paquete de ayuda adicional de 40 millones de libras (unos 48 millones de dólares) destinado a la recuperación económica de Ucrania. Durante su visita, el primer ministro británico también visitó a soldados ucranianos heridos y reafirmó el compromiso de su gobierno de continuar suministrando asistencia militar y humanitaria al país.
Apoyo militar británico y desafíos diplomáticos
El Reino Unido es uno de los principales aliados de Ucrania desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022. Hasta la fecha, Londres ha proporcionado más de 12.800 millones de libras en ayuda militar y civil, además de formar a más de 50.000 soldados ucranianos. Sin embargo, en los últimos meses, la relación bilateral había enfrentado tensiones.
En noviembre pasado, un alto funcionario ucraniano expresó su descontento con el nuevo gobierno de Starmer, acusándolo de retrasar el suministro de armas de largo alcance como los misiles Storm Shadow. Este desacuerdo generó dudas sobre el nivel de apoyo del Reino Unido tras la salida del ex primer ministro Rishi Sunak.
Con la firma de este nuevo acuerdo, Starmer busca disipar cualquier duda y reforzar la relación entre ambas naciones.
“Apoyar a Ucrania para que se defienda de la bárbara invasión rusa y reconstruya un futuro próspero y soberano es vital”, afirmó.
Un futuro incierto
Mientras Ucrania sigue enfrentando la agresión rusa, los ataques como el ocurrido durante la reunión en Kiev subrayan la fragilidad de la situación en el país. La posibilidad de desplegar tropas occidentales para supervisar un alto el fuego, propuesta por Zelensky y respaldada por el presidente francés Emmanuel Macron, también fue parte de las conversaciones entre ambos líderes.
El compromiso del Reino Unido con Ucrania, reafirmado en medio de este contexto de incertidumbre y peligro, demuestra que la cooperación internacional sigue siendo clave para resistir y superar las adversidades que enfrenta la nación.