Una fuerte disputa interna sacude a la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat) por la implementación del nuevo sistema de cobro electrónico en colectivos. El vicepresidente de la entidad, Jorge Berretta, salió al cruce de un grupo de directivos que solicitó al gobernador Osvaldo Jaldo la rescindencia del contrato con Bizland SAU, empresa adjudicataria del sistema, alegando presuntos incumplimientos y altos costos en comparación con la SUBE.
Berretta respondió con dureza a los firmantes de la nota —Julio César Haro (El Limón S.A), Francisco Suances (La Cruz S.R.L), Jorge Carlos Romero (El Portezuelo S.R.L) y un representante de Rayo Bus— a quienes calificó de “falsos, maliciosos e irresponsables”. Recordó que todos ellos habían autorizado formalmente la contratación de Bizland SAU el pasado 3 de diciembre ante escribano público.
“No pueden borrar con el codo lo que firmaron con la mano”, disparó Berretta, quien además subrayó que el contrato con Bizland fue aprobado por unanimidad para el área metropolitana y por amplia mayoría en el área rural. Argumentó que SUBE había rechazado varias veces instalar su sistema en Tucumán por no contar con la infraestructura necesaria, especialmente en zonas rurales.
“Es improcedente pedirle al Gobierno que anule un contrato entre privados. Y lo más irónico: la prueba piloto de noviembre del año pasado se hizo en la línea 130, de Julio César Haro”, señaló. Para Berretta, las críticas de sus colegas responden a internas políticas y a intereses personales por encima de los del conjunto del sector y de los usuarios.
El cruce pone en evidencia una profunda grieta dentro de Aetat respecto del futuro del sistema de cobro en el transporte público tucumano, en un contexto donde los usuarios reclaman mayor eficiencia y accesibilidad.

