El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, exigió la «rendición incondicional» de Irán en medio del conflicto armado que estalló entre Israel y la República Islámica, y advirtió que no tiene intención de asesinar al líder supremo iraní «por ahora». Las declaraciones del mandatario se dieron en el quinto día de hostilidades abiertas entre ambos países, que por décadas sostuvieron un enfrentamiento indirecto en la región.
A través de su red Truth Social, Trump lanzó un mensaje desafiante: “Sabemos exactamente dónde se esconde el llamado ‘Líder Supremo’. Es un blanco fácil, pero está seguro allí. No vamos a sacarlo (¡matarlo!), al menos no por ahora”. También aseguró que Estados Unidos “controla completamente” el espacio aéreo iraní.
Las tensiones escalaron luego de una ofensiva aérea masiva lanzada por Israel el viernes 13 de junio contra objetivos estratégicos en territorio iraní. Según cifras oficiales, los ataques provocaron al menos 224 muertes en Irán, entre ellas altos mandos militares, científicos nucleares y civiles. En Israel se registraron 24 víctimas fatales.
Uno de los golpes más relevantes fue la muerte de Ali Shadmani, jefe del Estado Mayor de Irán y figura clave en el entorno del líder supremo, quien había asumido el cargo apenas cuatro días antes. El ataque también afectó centros militares, bases de lanzamisiles y provocó ciberataques que paralizaron instituciones como el Banco Sepah, una de las entidades estatales más importantes.
La respuesta iraní no se hizo esperar: los Guardianes de la Revolución afirmaron haber atacado una sede del Mossad en Tel Aviv, mientras que la televisión estatal anunció una nueva oleada de misiles. En tanto, el ejército israelí informó que logró interceptar la mayoría de los proyectiles y que activó alertas en Dimona, zona donde se ubica una planta nuclear.
El conflicto también generó reacciones a nivel internacional. China acusó a Trump de “echar leña al fuego” y criticó el respaldo explícito a Israel. El G7, reunido en Canadá, emitió un comunicado pidiendo una solución pacífica y reconociendo el derecho de Israel a defenderse. El presidente francés Emmanuel Macron advirtió que forzar un cambio de régimen en Irán sería un “error estratégico”.
Mientras tanto, las negociaciones nucleares previstas entre Teherán y Washington, que debían reanudarse en Omán, fueron suspendidas ante la creciente escalada militar.