Tucumán redujo en 2024 un 21,8% sus gastos públicos, ubicándose entre las cinco provincias con mejor resultado fiscal del país, según informes de IARAF y Politikón Chaco.
El ajuste fue ejecutado por las provincias para revertir el déficit financiero registrado en 2023. En conjunto, lograron cerrar el año con un superávit del 0,1% del PBI.
En el caso de Tucumán, el gasto fiscal fue recortado en términos reales, mientras que el resultado primario superavitario alcanzó el 7,2%. La provincia compartió ese desempeño con Mendoza, que también redujo su gasto en -21,8% anual.
Un superávit de $2,3 billones fue alcanzado por las 22 jurisdicciones relevadas, excluyendo La Pampa y Santiago del Estero por falta de datos completos.
Los ingresos totales cayeron 12,7%, arrastrados por una fuerte baja en las transferencias nacionales (-65,7%). También descendieron los ingresos tributarios de origen nacional (-8,4%) y provincial (-7,4%).
A pesar de la caída, los ingresos no tributarios aumentaron 4,7%, impulsados por las regalías hidrocarburíferas (+7,4%). Sin embargo, los ingresos de capital se desplomaron 77%, reflejando el ajuste en la inversión pública.
El gasto total fue reducido un 15,1%, especialmente en gasto en personal (-15%), intereses de deuda (-30%) y transferencias (-10,8%). El gasto de capital cayó 32,6%.
Entre las provincias con mayores recortes, se destacaron San Luis (-40,9%), La Rioja (-28%) y San Juan (-26,1%). En el otro extremo, Neuquén redujo solo 1,5% sus gastos.
Jujuy (15,2%), San Luis (13,7%) y San Juan (13,7%) lideraron en resultados primarios. En contraste, Buenos Aires (-2,9%), Catamarca (-2,1%) y Chaco (-5,2%) cerraron con déficit.
Por volumen económico, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, CABA y Mendoza concentraron el 62% de la pérdida total de ingresos y el 56% del ajuste del gasto.
El Fondo Monetario Internacional advirtió sobre la carga tributaria distorsiva. Apuntó contra Ingresos Brutos, retenciones, y gravar transacciones financieras, sugiriendo que deben ser gradualmente eliminados.
Según el FMI, el sistema obstaculiza el crecimiento y “la alta dependencia de impuestos indirectos reduce la progresividad del esquema fiscal”.
Finalmente, se recomendó a las provincias avanzar hacia una reforma tributaria estructural, con énfasis en la valoración de activos inmobiliarios y en la tributación de recursos naturales.

